Las directivas del intendente de Chivilcoy, Ariel Franetovich, fueron concretas: "No vamos a permitir ninguna manifestación contra la Presidenta". Y acto seguido, se dedicó a diseñar el dispositivo de seguridad para evitar cualquier demostración de fuerza por parte de los productores agropecuarios de la zona. Y esas prevenciones, luego de los huevazos de ayer a Scioli en Olavarría, parecen más que necesarias.
Respecto a las razones de la visita, hoy la presidente Cristina Fernández de Kirchner relanzará en la ciudad el complejo industrial "GKN Metal" y una fábrica de quesos llamada "El Gauchito". La primera es una vieja empresa chivilcoyana que estaba asentada en el centro de la ciudad, sobre las calles Villarino y Viedma, a siete cuadras de la plaza de la ciudad. Los trabajos en torno a su relanzamiento habían comenzado hace más de un año cuando buscaron - y lo concretarán hoy- mudarla hacia la ruta.
Pero lo que debería ser una excusa para mostrar las buenas nuevas en la economía de la ciudad puede verse empañado. El acto de Cristina Kirchner, acompañada por el ministro del Interior, Florencio Randazzo; oriundo de esa ciudad, está previsto para las 15:30 (también la acompañará Héctor Icazuriaga, titular de la Secretaría de Inteligencia del Estado), pero una marcha paralela se montará más temprano: se trata de un "camionazo" a cargo de productores agropecuarios. La concentración será alrededor de las 11:30, según confirmó Juan José Ascheri, presidente de la Sociedad Rural de Chivilcoy a Perfil.com. "El comercio y el transporte chivilcoyano estarán en el camionetazo por la suspensión de la resolución 125. Nosotros buscamos la federalización del país", destacó Ascheri.
La marcha contra la disposición oficial de las retenciones ya cuenta, según cálculos del presidente de la Sociedad Rural de la ciudad, con "la participación de 30 ciudades entre las que se cuentan Bragado, Alberti, 9 de Julio, 25 de Mayo e incluso más lejanas como Pehuajó", pronosticó, al tiempo que replicó al intendente municipal: "Nosotros sólo queremos estar afuera del parque, sobre la banquina".
Ayer por la mañana, ambos se habían cruzado un diálogo telefónico y el jefe comunal, Ariel Franetovich, le había manifestado sus preocupaciones en torno a la "visibilidad" de las protestas. " Él me dijo que no nos quería ni en la banquina ni en las afueras del Parque. Quería que vayamos al lugar de siempre, en la intersección de las rutas 5 y 30". Y en caso de que la Policía inste a los manifestantes a retirarse del lugar, señaló: "Nosotros no vamos a resistir". Los huevazos de ayer a Scioli le suman un matiz de incertidumbre a la visita.
El domingo, Franetovich le había dicho al diario La Razón de Chivilcoy que "no vamos a aceptar de ninguna manera, porque lo repudiaríamos, cualquier tractorazo de cualquier tipo de manifestación contra la Presidenta, fundamentalmente de gente que es ajena a la ciudad. Uno, lógicamente está alerta; me ofendería mucho, yo estaría muy ofendido, porque nosotros no agredimos a nadie; no hemos ido a la casa de ningún integrante de las entidades ni tampoco de ningún productor, porque eso no corresponde y creemos que cualquier vecino de Chivilcoy, sea del sector que sea, debería repudiar cualquier intento de ese tipo".
Chivilcoy, vale resaltarlo, es una ciudad donde el conflicto del campo ha provocado continuos roces entre los ruralistas y el intendente Franetovich. Este, amigo de Randazzo de toda la vida, es un ferviente defensor K y ha debido soportar no sólo tractorazos, sino que ha con los hombres del campo una batalla política que a punto estuvo en varias ocasiones de pasar de las palabras a los hechos. Vea cómo se vive el conflicto del campo en Chivilcoy, la ciudad de Florencio Randazzo