Apenas partió el cortejo fúnebre que trasladó los restos del ex presidente Néstor Kirchner al aeropuerto metropolitano Jorge Newbery, se vivió un momento de tensión entre la policía y las personas que desbordaban las calles que se enfrentaron. Tan fuerte fue la gresca que tuvo que intervenir la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
La mandataria retó a los uniformados que empujaban y golpeaban a los que querían tocar el vehículos en el que iba. Ella le dijo al chofer que se detenga, abrió la puerta, asomó la mitad del cuerpo y fue tajante: ordenó que los policías dejen de pegar.
Enseguida, recibió el aplauso y cariño de los que sólo querían sentir ese frío vehículo mojado que la llevaba. "Cristina, Cristina, Cristina...", cantaron y aplaudieron las decenas de personas que estaban presentes en ese tramo.