La presidenta Cristina Fernández de Kirchner viajó a la provincia de Santa Cruz, destino que no visitaba desde el 8 de junio pasado, para pasar el fin de semana, mientras el gobernador Daniel Peralta continúa las negociaciones con la policía provincial, que mantiene un paro hace tres semanas en reclamo de mejoras salariales.
La mandataria no visitaba Santa Cruz desde el 8 de junio, cuando viajó a Río Gallegos para trasladar a su hijo Máximo Kirchner hacia Buenos Aires para que fuera operado de una infección en la rodilla.
Esta vez, su visita no será apacible: la provincia está conmocionada por el paro de la Policía local, que lleva 20 días de protesta en reclamo de mejoras salariales. Recién ahora, después de que la Casa Rosada enviara efectivos de Gendarmería a Santa Cruz y de que el gobernador lograra abrir el diálogo con los efectivos, están dadas las condiciones para garantizar la seguridad presidencial.
Los policías suspendieron temporalmente las medidas de fuerza en las siete comisarías de Río Gallegos mientras se reunían este mediodía con el gobernador. Finalmente decidieron suspender la huelga tras la última oferta de Daniel Peralta, aunque los agentes del resto de la provincia todavía analizaban los pasos a seguir.
"Queremos ser artífices de que ellos vuelvan al trabajo", afirmó Peralta, según la agencia DyN, y agregó que la reunión fue "una conversación honesta, criteriosa", ya que "me he encontrado con gente muy predispuesta a poner a la policía en las mejoras condiciones".
El gobernador también anticipó que, al igual que hizo el bonaerense Daniel Scioli, reclamará fondos al Estado Nacional para financiar el aumento salarial. "Ya le hemos solicitado ayuda al Gobierno para afrontar los aguinaldos y el ministro de Economía de la provincia está trabajando con el ministro Lorenzino para ver cómo se hace posible", aseguró.
