La presidenta Cristina Fernández de Kirchner viajó ayer a Santa Cruz para pasar allí el fin de semana largo antes de retomar la agenda pública el martes próximo con un acto en un hotel Sheraton porteño, luego de casi tres semanas de ausencia para reponerse del cuadro de inflamación intestinal.
Luego del alta que recibió el pasado 9 de noviembre, los médicos ordenaron a la mandataria reposo y la prohibición de "desplazamientos" durante diez días, periodo que cumplió en la residencia de Olivos. Durante ese tiempo, la jefa del Estado comentó algunos actos de gobierno a través de las redes sociales.
Uno fue para expresar su satisfacción por la inclusión del reclamo argentino contra los fondos buitre en la Cumbre del G-20 y otro para informar del retiro de la candidatura de la embajadora Susana Ruiz Cerutti para integrar la Corte Internacional de Justicia.
Recién el lunes último, la presidenta comenzó reuniones con algunos de sus ministros y estrechos colaboradores, aunque no se difundieron imágenes de ninguno de esos encuentros. Antes de partir ayer a la tarde hacia El Calafate, Cristina Fernández había recibido en Olivos al ministro de Economia, Axel Kicillof, y al secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini.
El martes que viene Cristina reaparecerá públicamente en Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción para cerrar el acto con un discurso en el hotel Sheraton de Retiro.
Como es habitual, antes de su mensaje la mandataria dejará inaugurada obras a través de videoconferencias, una de ellas con el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, para habilitar las nuevas formaciones del ramal Retiro-Tigre del Ferrocarril Mitre. Las otras comunicaciones serán con la ciudad de Corrientes y Puerto Madryn, Chubut.
