Una semana después de la muerte de su esposo, Cristina Fernández llamó por primera vez en mucho tiempo a Julio De Vido para hablar a solas. El ministro de Planificación estuvo en Casa Rosada durante poco más de una hora. La Presidenta le anunció que iba a dejar de lado las diferencias que habían tenido para concentrarse en la gestión y le pidió que se convierta en uno de los pilares del Gobierno de cara a 2011, informa esta semana laRevista Noticias.
El origen de los rencores entre ambos se remonta a Santa Cruz, en tiempos en que Néstor Kirchner era gobernador. En 1991, el ministro tuvo el primer disgusto con el matrimonio, tras ilusionarse con disputar la intendencia de Río Gallegos, pero los Kirchner optaron por el tío de Néstor, Manuel López Lestón, quien finalmente perdió. De Vido nunca olvidó esa derrota.
Más adelante, en 1993, el funcionario compartió con Cristina la lista del oficialismo: él encabezó la lista de diputados provinciales y ella la de diputados nacionales. El resultado sorprendió a todos: De Vido obtuvo más votos que la futura Presidenta y se encargó de divulgar el dato hasta cansarse. Cristina no pudo soportarlo.
Otros pingüinos sostienen, en cambio, que la Presidenta era muy amiga de la primera esposa del ministro y no tomó bien su separación. Con el tiempo, sin embargo, terminaría entablando una estrecha relación con la actual mujer de De Vido, Alessandra "Lali" Minnicelli.
Los beneficios de la reconciliación. Desde el día en que la mandataria decidió dejar de lado los rencores, De Vido forma parte, junto con Carlos Zannini y Héctor Icazuriaga, del trípode pingüino en el que la viuda de Kirchner decidió sostenerse, informa la Revista Noticias. De todos ellos, el arquitecto que maneja la obra pública es el que más responsabilidades heredó: también se ocupará de los negocios.
Si bien el ministro seguirá oficiando como nexo con intendentes, gobernadores, sindicatos y empresarios, también deberá hacerse cargo del vínculo con los hombres de negocios que tenían acceso privilegiado al ex presidente y que el 27 de octubre amanecieron con la pólvora mojada.
Uno de ellos era el presidente de Aeropuertos Argentina 2000, Ernesto Gutiérrez, a quien el santacruceño postuló sin éxito durante casi dos años como candidato para ingresar a Telecom. También resultará perjudicado el patagónico Cristóbal López, dueño de Casino Club y de la petrolera Oil MyS, y eterno candidato para ingresar en YPF. "Ahora van a tener que ir a la cola y juntar orín", es la frase que le adjudican a De Vido en la Rosada.
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