El gobernador de Córdoba y precandidato presidencial por UNA, José Manuel De la Sota, acentuó las rispideces con el candidato a vice del Frente para la Victoria, Carlos Zannini, al asegurar que es un “político en las sombras”, pero que carece de liderazgo propio.
De la Sota tomó distancia de Zannini ya que remarcó las diferentes cunas políticas que los albergaron en sus inicios: “Tengo una vida dentro del peronismo y Zannini no estaba dentro del peronismo, sé que ha militado en otros partidos”, señaló con un toque de ironía para luego afirmar que “dentro de la provincia no tuvo una militancia pública conocida”.
Y luego hizo hincapié en la falta de conocimiento que la opinión pública tiene de Zannini por que forma parte de los “políticos que en las sombras influyen desde las estructuras de un gobierno, pero no tiene liderazgo propio”.
El encono entre los coterráneos es de vieja data. El propio secretario de Legal y Técnica junto a la Presidenta habrían negado, en un primer momento, el envio de gendarmes a Córdoba en pleno reclamo salarial de la fuerza policial, zonas liberadas y saqueos.
El precandidato se permitió bromear sobre los llamados que recibió el candidato y su delfín a gobernador cordobés, Juan Schiaretti, de parte de la presidenta Cristina Fernández y su precandidato Daniel Scioli por su victoria en las elecciones. “Nos hubiesemos puesto contentos si el llamado habría significado que nos van a pagar los 10 mil millones de pesos que nos deben”, señaló De la Sota en referencia a un antiguo reclamo por fondos adeudados.
Luego analizó que la brecha entre las encuestas previas y los resultados finales en las elecciones del candidato a gobernador del Frente para la Victoria, Eduardo Accastello, se debió a que “había disimulado su condición de K”, pero todo se esfumó cuando ”desembarcó Scioli, Zannini y La Cámpora” lo que le hizo “perder unos cuantos votos”.
