Todos tienen algo en común: conocieron a los Kirchner y se hicieron millonarios. Uno llegó de Chile, como Rudy Ulloa. Otra de Formosa, como Nélida Caballero. Un tercero entró a un café del centro porteño para escapar de la lluvia y no dudó en acercarse, como Roberto Baratta. Pero todos amasaron una interesante cantidad de dinero. Ahora que no tienen poder o no están protegidos por sus jefes, ven como la Justicia los apremia. Son las personas que pasaron de mendigos a millonarios, íconos de la era K.
- Lázaro Báez. Nació en Corrientes y por cuestiones del destino llegó a Santa Cruz, donde trabajó de empleado en un banco. Allí conoció a Néstor Kirchner, quien lo ubicó bien cerca suyo. En 1991 se transformó en gerente de la entidad y con el tiempo conformó el directorio de Austral Construcciones S.A. Entre 2004 y 2015 su patrimonio aumentó un 12 mil por ciento. Los 52 contratos viales que el Grupo Austral ganó durante el gobierno kirchnerista contabilizaron 46.000 millones de pesos. Durante la investigación judicial, el Tribunal de Tasación de la Nación (TTN) le adjudicó un patrimonio de 3 mil millones de pesos. Este martes comenzó uno de los tantos juicios que lo tiene sentado en el banquillo de los acusados.
- Rudy Fernando Ulloa Igor. Comenzó a trabajar como junior a finales de la década de los '70 en estudio jurídico de los Kirchner, y también se desempeñaba como chofer. Se ganó rápidamente la confianza del expresidente y creó la Unidad básica "Los Muchachos Peronistas" en Río Gallegos. El 27 de octubre pasado inclusive realizó un acto para recordar a su jefe en el aniversario de su fallecimiento. Ya con Kirchner gobernador, comenzó la adquisición de medios. En 1999 compró la estación de radio El Carmen, el Periódico Austral, el Canal 2 de Río Gallegos y Cielo Producciones. Luego declaró cuatro casas en Río Gallegos. En 2009 compró una mansión de 700 mil dólares en Lomas de San Isidro, un campo de 150 mil en San Pedro y una propiedad en Pilar del Este.
Sin los Kirchner, Rudy Ulloa recordó a Néstor en Río Gallegos
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- Nélida Caballero. Nació en Colonia el Esterito, en el interior de Formosa. Sin oportunidades de crecimiento, viajó en los '90 a El Calafate a buscar trabajo y empezó en el Hotel Los Alamos como empleada doméstica. Allí conoció a los Kirchner pasó a trabajar con Julio De Vido y su esposa, Alessandra Minicelli. Con el tiempo tuvo un buen pasar económico. Se compró un campo en su ciudad natal al que llamó "Doña Nélida". Entre 2009 y 2016 gastó casi $ 900.000 en la compra de vehículos, los cual ostentó en redes sociales. También se metió en el Juego. Adquirió un local de venta de quiniela. La procesaron por lavado de dinero el 10 de agosto de 2018.
- Roberto Baratta. Con 27 años, en mayo de 2003 conoció a Néstor Kirchner, en la confitería La Biela. Lo reconoció y se acercó a pedrile trabajo. Hasta entonces, con poca suerte, manejaba un taxi y vendía quiniela. Comenzó a trabajar con Julio De Vido. Su suerte cambió para siempre y se mudó al piso 18 de una torre de la calle José Hernández al 2000, en Belgrano. Llegó a ser el número 2 del Ministerio de Planificación. Quedó preso en octubre de 2017 por la causa del gas licuado que también involucra a su jefe De Vido. Su situación solo empeoró con el descubrimiento de los cuadernos de Oscar Centeno, donde aparece nombrado innumerable cantidad de veces.
Bolsos de la corrupción: el día que Baratta se quedó con dinero de Néstor Kirchner
- Ricardo Barreiro. Conoció a los Kirchner en Santa Cruz, aunque es oriundo de Tucumán. Comenzó trabajando como jardinero en la casa que ellos tenían en Río Gallegos, cuando Néstor era gobernador. Con la llegada a la presidencia, se convirtió en su secretario privado y, como el resto de los mencionados, su fortuna cambió para bien. Se convirtió en dueño de un hotel de cuatro estrellas en su provincia natal y por un tiempo fue administrador de Los Sauces. También adquirió un restaurante en El Calafate y hasta llegó a comprar un helicóptero de 200 mil euros. Fue dueño de la empresa RP Transportes, una compañía de micros y minibuses que se dedica a llevar y traer pasajeros desde Santa Cruz. Está preso.
- Ricardo Jaime. Incursionó en la política cordobesa. Viajó a Santa Cruz en los '80 y se metió de lleno en la gestión pública. Militó la campaña de Néstor intendente en 1989. 10 años después regresó a Córdoba. En 2003 Kirchner lo volvió a convocar y asumió como Secretario de Transporte. Duró en el cargo hasta 2009. No pudo justificar adquisiciones y tenencias por una suma superior a los 12 millones de pesos. Durante la investigación judicial sobre su patrimonio, el fiscal Carlos Rivolo le detalló, entre otras adquisiciones, una casa en Villa Carlos Paz, Córdoba; un Toyota Corolla y un Volkswagen Passat; un departamento en la capital cordobesa; un departamento en la Avenida Figueroa Alcorta 3058 en Barrio Parque, Capital; un Honda Legend; un avión Learjet 31A, de 4 millones de dólares; un yate; una casa en el Country "Cuatro Hojas"; un departamento en Florianópolis; una motocicleta BMW 306. Llegó a tener 18 testaferros. Hoy está preso.
- Héctor Daniel Muñoz. Era cobrador del estudio jurídico de los Kirchner a principio de los '80. Luego se convirtió en asesor de la gobernación en los '90. Ascendió a secretario privado de Néstor Kirchner durante su presidencia y mantuvo el mismo cargo con Cristina por dos años. En 2003 declaró que tenía como único bien un Volkswagen Gol modelo 99. Durante la "década K" tuvo dos empresas ligadas a la explotación petrolera. En 2015 se convirtió, junto a su esposa, en accionista de Gold Black, una offshore de negocio inmobiliario en EE.UU. Según la Justicia adquirió propiedades por 70 millones de dólares. Falleció en mayo de 2016, víctima de un cáncer. Su viuda, Carolina Pochetti, tuvo que declarar en las últimas semanas en la causa de los cuadernos.