La investigadora Sandra Pitta quedó en el centro de las noticias esta semana cuando mencionó en Twitter que tenía miedo de ser despedida del Conicet en un eventual nuevo gobierno kirchnerista. Alberto Fernández intentó usar el tema para su campaña el mismo día que recibió el apoyo de 8.000 científicos en un acto en la UBA. "No tengas miedo", le respondió el candidato, lo que llevó a Sandra Pitta a denunciar que se había sentido "apretada". La polémica abrió el debate sobre la supuesta persecución ideológica en el organismo estatal, situación que fue negada poco después por la propia investigadora y por académicos con adhesiones políticas diversas, como Alberto Kornblihtt y Marina Simian.
"No la conozco a la investigadora, pero, tanto en la administración anterior como en esta, el Conicet no tiene posibilidades de actuar discriminando ideológica y políticamente", expresó a PERFIL el biólogo molecular Kornblihtt, que se desempeña como miembro del directorio e investigador superior del Conicet. Según explicó, los mecanismos de evaluación que existen dentro de la institución "descartan cualquier posibilidad" de acomodo o despido. "Más allá de la administración que haya, ya sea en el gobierno de Kirchner o en el gobierno de Macri, el Conicet está a años luz de poder cometer actos de discriminación. Acusar al Conicet de discriminación es volver a tiempos de la dictadura donde el Conicet era una cueva prebendaria", expresó.
"Hoy en día, vale para cualquier gobierno, el Conicet tiene un grado de transparencia respecto de posibles discriminaciones políticas e ideológicas que es inviable para cualquier otra organización. No hay preferencias. Los expedientes se analizan (en comisiones) de acuerdo a los antecedentes científicos y académicos de los postulantes y no hay ningún viso, en ninguno de los gobiernos de las democracias, de discriminación política", recalcó el investigador, quien este miércoles se encontraba presente en el acto en el que habló Alberto Fernández.
"Me preocupa que por este tipo de intercambios se está dejando de lado otros temas centrales como el desfinanciamiento, la reducción de entrada a la carrera y los salarios de hambre que tiene los administrativos y los becarios", subrayó.
Por su cuenta, Marina Simian, bióloga molecular que también trabaja en el Conicet y fue una de las firmantes de la acordada a favor del Gobierno, aseguró a PERFIL que "no le consta" que haya persecución dentro del organismo, aunque afirmó que Sandra Pitta fue durante muchos años delegada gremial de UPCN y que por eso "tal vez tenga otra visión".
"Yo estuve en comisiones de evaluación e incluso ahora estoy en la coordinación de los subsidios. Nuestro trabajo como miembro de la comisión es tratar de brindar la mayor transparencia. Hacemos un trabajo muy detallado de lo que es el CV. de los investigadores para que el puntaje que tenga no tenga que ver con ninguna opinión sino que esté basado en datos", dijo a este portal.
"En las comisiones que yo he participado, (la evaluación) siempre ha sido basada en el trabajo del investigador y nunca en sus opiniones políticas. Personalmente nunca me sentí perseguida. Yo siempre tuve mucha libertad. No tengo problemas", agregó. Según contó, la única forma para que un científico deje de integrar el Conicet es por la "no aprobación" de estos informes. "Nosotros (los investigadores) presentamos informes anuales o bi anuales. En estos, completas una grilla donde ponés toda tu producción, tus papers, ponencias, docencia, si haces consultorías para alguna empresa. Junto con eso, además, tenés que escribir un informe donde relatás lo que hiciste en dos años".
Según Simian, esos textos son evaluados por áreas de conocimientos integradas por pares. "A veces los investigadores no producen, entonces el informe es rechazado. Si vos tenés dos rechazos, se te cita para ver cuál es la problemática por la que no podés producir", detalló.
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Consultada por PERFIL, Pitta aclaró que tanto en la gestión anterior como en la actual "no hubo persecución política" pero que hay "un estatuo que viene de la época de (Alejandro Agustín) Lanusse, que es muy antiguo que penaliza y no fomenta". "Parece que en vez de entrar al Conicet entramos a las Fuerzas Armadas porque todo es penalizar", puntualizó.
La investigadora consideró, además, que "el estatuto es muy discrecional y da muchas libertades de hacer lo que quieren" a los que tiene poder. "Es tan general que nunca sabemos las reglas con las que nos están evaluando. Esa discrecionalidad hace que siempre estemos al borde del ataque de nervios. Es tan discrecional que en algunas épocas se usó para perseguir políticamente, no ahora, pero en los 70, por ejemplo, con la dictadura militar, que se despedía utilizando este mecanismo. Esto ya no ocurre", aclaró.
Pitta es una farmacéutica y biotecnóloga del Conicet cuyo nombre cobró relevancia pública este miércoles 31 de julio porque protagonizó un fuerte cruce con el precandidato presidencial del Frente de Todos. La científica fue una de las 150 personalidades del mundo académico, científico, intelectual y de la cultura que firmaron una solicitada en apoyo a la reelección de Mauricio Macri en las próximas elecciones. Tras mencionar en Twitter que tenía miedo de ser despedida en un eventual nuevo gobierno kirchnerista, el exjefe de Gabinete la mencionó en un discurso para asegurarle "te prometo que te voy a cuidar".
AB