Ansiosos, expectantes e interesados por conocer si ganaron sus candidatos, los jóvenes dejaron ayer oficialmente inaugurado el voto a los 16 años. No era obligatorio, pero muchos de los adolescentes ingresaron al cuarto oscuro para meter en los sobres las boletas con sus candidatos y contaron sus experiencias a PERFIL.
“Entrar en el sistema democrático de mi país por primera vez es algo que me gusta mucho, lo mismo que a mi familia. Es una experiencia nueva que disfrutamos mucho”. Gastón Edul habla en plural porque no fue solo a votar: su mellizo Guido también eligió sus candidatos en una escuela del barrio porteño de Boedo. “Cuando surgió la idea del voto a los 16 empecé a interesarme en el tema. En el colegio nos dieron bastantes ideas y yo particularmente busqué toda la información necesaria para saber a quién votar. Me informé porque quería votar a alguien y no desaprovechar esta oportunidad, la primera”, destacó Guido.
Casi 600 mil jóvenes de entre 16 y 17 años estaban habilitados para votar en las PASO de ayer, lo que representa el 1,9% del padrón total, pero hubo que empadronarse antes del 30 de abril de este año. La ley del “voto joven” fue sancionada el 1º de noviembre pasado, en una sesión con ribetes escandalosos. La oposición se había levantado de sus recintos luego de que el diputado camporista Andrés Larroque hablara de “narcosocialismo” en Santa Fe por la detención de un jefe policial en esa porvincia por sus supuesto vínculo con el narcotráfico local. Pese a las disputas, la ley tuvo luz verde con 131 votos a favor, apenas dos en contra y una abstención.
Con esta reforma la Argentina se sumó a Brasil, Cuba, Nicaragua, Ecuador y Austria, donde también es posible votar a edades tempranas.
Pilar Ossorio (16) sufragó en Zona Norte y tuvo una sensación contrapuesta: “Votar a esta edad está bueno para ganar experiencia democrática, pero por otro lado, y a pesar de toda la información que recibí en el colegio, siento que soy un poco chica para sufragar y no me siento muy preparada”.
Por su parte, Miren Ayesa se entusiasma con esta oportunidad y hasta se anotó para fiscalizar como representante del partido en el que milita (FPV). “En la actualidad los jóvenes tenemos más participación en la actividad política y por eso estoy contenta de votar”, destacó. “Fiscalizo porque donde yo milito estaban buscando gente para hacerlo y me pareció una manera más de colaborar con el partido y una forma distinta de compromiso. Igual me da un poco de miedo ir, aunque sé que no voy a permitir que por ser una chica de 16 años los demás fiscales me quieran pasar por arriba cuando se haga el recuento de votos”.
A pesar de que los adolescentes coincidieron en que en la escuela recibieron información sobre las elecciones. Manuel Triulzi Cinat (17) reclamó un poco más: “En los colegios tendría que haber más información al respecto. Hay chicos que no saben nada ni se calientan (sic) en buscar información y van a votar”.
Expectantes, cada uno de ellos aseguró que iba a seguir los resultados por televisión. “Después voy a seguir el tema por la tele, para saber si gané o perdí”, cierra entre risas, Manuel.