El dirigente Luis D'Elía admitió su intento por afianzar las relaciones de la Casa Rosada con Irán al asegurar haber obrado como "mal cartero" y aseguró haber sido “condenado mediaticamente” debido a la denuncia que había realizado el fiscal Alberto Nisman.
El activista kirchnerista afirmó que, debido a la acusación por el presunto intento de encubrimiento a los acusados iraníes por el atentado de la AMIA para favorecer las relaciones bilaterales, quedó "condenado mediáticamente" y le dijeron "de todo: asesino, ladrón, corrupto y traficante de influencias".
"Después nos encontramos que las denuncias, tanto para el juez Daniel Rafecas como para la Cámara Federal, no tenían ningún asidero", planteó e insistió: "Pero como diría mi abuelita Angelita, ¿quién nos quita lo bailado?".
En diálogo con radio El Mundo, según informó DyN, D’Elia reconoció que "pudo haber sido un mal cartero" en las relaciones del gobierno con Irán, pero subrayó que no fue "en ningún momento un traficante de influencias o de impunidad" y que eso queda evidenciado ya que "en ningún momento surge en ninguna de las escuchas".
Ante las grabaciones de las llamadas que se conocieron y que integran la denuncia, explicó que "se dijo que yo hablaba con un agente iraní" pero, completó, "cualquiera que me conoce sabe que Jorge Khalil es amigo mío de hace más de 15 años, no es iraní, sino argentino, hincha de All Boys, militante radical, nació en el barrio de Floresta y es hijo de una familia libanesa".
