Cuesta demasiado entender qué es la democracia, no por la definición, sino por el uso que hacen los políticos de este sistema.
Difícil entender como ante tanta batería de anuncios (récord en recaudación impositiva, superávit fiscal e incremento de reservas del Banco Central) siga creciendo el índice de desnutrición, y siga habiendo gente sin techo. Escuchamos discursos grandilocuentes, y en el fondo la realidad cambia poco y más de una vez, nada.
Todo esto, que practican bajo el nombre de "democracia", me recuerda al proceso de elaboración de alguna campaña publicitaria donde hay que resaltar los atributos del producto o servicio. Una publicidad que dice lo que la gente quiere escuchar, de la manera más bonita y pomposa.
La casa de Gobierno parece un estudio de marketing, los funcionarios con encuestas en mano salen a declarar lo que la gente quiere escuchar, lástima que las palabras no llenan el estómago de los desnutridos, ni paran la lluvia que moja a los sin techo, ni encarcelan a los delincuentes.
El acto en el Sambódromo de Gualeguaychú fue similar a un nuevo lanzamiento de Microsoft.
Una campaña de marketing no es lo mismo que una mentira del gobierno disfrazada de spot publicitario, es una tragedia a largo plazo para la sociedad.
