POLITICA

Denuncian a policías por secuestrar y torturar a un activista LGBT en Miramar

Al adolescente loencapucharon,lo quemaron con cigarrillos, le pegaron y le hicieron una cruz en el pecho "donde le iban a pegar un tiro". Galería de fotos

Lautaro Blengio es presidente del centro de estudiantes en la Escuela Media Nº1 Rodolfo Walsh, y es uno de los referentes de la lucha por la comunidad gay en su ciudad.
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Un militante LGBT adolescente denunció ante la Justicia que fue secuestrado y torturado ayer por policías en el vivero dunícola de la ciudad balnearia de Miramar.

Lautaro Blengio, de 17 años, es militante de derechos humanos, de estética punk y presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela Media Nº 1 Rodolfo Walsh de la localidad. Según denunció, efectivos de la Policía en Miramar que lo hostigan desde diciembre, lo agredieron con violencia el domingo y luego, ayer lunes, fue secuestrado y amenazado de muerte por los mismos efectivos.

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"Ayer cuando él volvía de la escuela a las 8 de la mañana, por los festejos del primer día del último año escolar, fue interceptado por un coche particular del que bajó un efectivo de civil y lo metió en el auto", explicó el padre de Lautaro, Daniel Blengio, quien agregó: "Mi hijo reconoció que era el mismo que lo había amenazado el día anterior".

"Lo llevaron apuntando con un arma y en el interior del viaje lo fueron cortando con una cortapluma. Lo llevaron al vivero y le sacaron la capucha, donde le hicieron unas cruces en el cuerpo y le dijeron que en esas cruces lo iban a fusilar", expresó el papá.

El hombre contó que su hijo fue llevado al vivero "lo golpearon, y le dijeron que así como él tenía sus derechos, ellos también los tenían y lo dejaron tirado en el vivero inconsciente hasta que pudo llegar a casa"y remarcó que "está muy golpeado y shockeado, con marcas en el cuerpo". "Esto es volver al peor pasado del país", señaló.

En un hospital se corroboró que el joven presentaba heridas en un brazo y la frente que "podrían ser compatibles con quemaduras de cigarrillos" y otras en el brazo que "son cortes superficiales". Sin embargo, los médicos no certificaron la herida que presentaba en el tórax, donde denunció que le hicieron una cruz para "pegarle un tiro".

"Ayer presentamos la denuncia en la fiscalía local y la fiscal Ana María Caro que está investigando y nos pusieron protección con Prefectura en la puerta de casa", confirmó el padre en diálogo con Radio Brisas.

En ese contexto, y para darle continuidad a la investigación, Caro pidió los registros de las cámaras de seguridad de la zona donde fue el secuestro y solicitó los nombres de todos los policías que estuvieron de turno en la madrugada del domingo.