El polémico viaje de Aerolíneas Argentinas a Montevideo, que llevó algunos funcionarios y militantes kirchneristas a Montevideo sólo para ver el partido de la Selección, ya sumó una denuncia penal: por “fraude a la administración pública”, un delito que tiene como máximo una pena de seis años de prisión. En tanto, pidió a la Justicia " medidas urgentes, incluido un allanamiento".
La denuncia fue realizada por el abogado Ricardo Monner Sans, presidente de la Asociación Civil Anticorrupción, destaca: “No creo que sólo estemos frente a la hipótesis de violación de deberes de funcionario público (art. 248 del Código Penal, máximo dos años), ya que sospecho que estamos en el área de ‘fraude a la administración pública’ (inc. 5º del art. 174 del Código Penal, máximo 6 años). Creo que hay que observar el caso como posible malversación de caudales públicos (art. 260 del Código Penal, máximo tres años)”.
Según Monner Sans, el caso parece ser una suerte de “capitalismo de amigos”, al tiempo que se quejó de que algunos funcionarios puedan viajar en un avión de Aerolíneas semivacío sólo para ver un partido de la Selección, cuando “se nos mueren los pobres, se agranda la brecha entre ricos y pobres, cunden epidemias y pandemias”, además de maltratar “a los jubilados pagándoseles miserias que se apoyan en las conscientes mentiras que el INDEC informa en punto a inflación”.
El miércoles 14 de este mes, cuando se enfrentaron Argentina y Uruguay por las Eliminatorias 2010, un vuelo de la empresa trasladó a directivos de la empresa y a sindicalistas para ver el encuentro que le dio la clasificación al equipo de Diego Maradona. El avión, con capacidad para 144 personas, pero sólo trasladó a 48 pasajeros, entre los que estuvieron el presidente de la compañía Mariano Recalde, el director Eduardo De Pedro y Facundo Moyano, hijo del líder de la CGT. También viajaron el legislador kirchnerista Juan Cabandié y Andrés Larroque, secretario general del la agrupación de la juventud K La Cámpora.
Ayer, en el Congreso, Recalde quiso justificar el viaje y aseguró que el avión que lo llevó junto a otros dirigentes y amigos a ver a la Selección "no fue un capricho de amigos del poder", y dijo que el vuelo tuvo 10.000 pesos de ganancia. Antes, incómodo por las preguntas que le hacían los periodistas, cuestionó: " ¿Por qué no le preguntan a Ernestina Herrera de Noble de quién son sus hijos?”