Fideos con gorgojos, porotos “verdes”, leche en mal estado, escasez de productos básicos como aceite, carnes, frutas y verduras, no son el producto de la falta de recursos del Estado, sino de los manejos políticos y el clientelismo que impera en el Ministerio de Desarrollo Social bonaerense.
Eso es lo que denuncian varios movimientos sociales no kirchneristas, que se quejan porque se sienten discriminados en la distribución de alimentos, y además porque hay retrasos de hasta un mes en su entrega.
Tres fuentes del sector de Calidad Alimentaria de Desarrollo Social bonaerense, que prefirieron no revelar sus identidades, admitieron a Perfil que la comida llega tarde y muchas veces en mal estado a los comedores, y deslizaron que “los manejos políticos están en los depósitos, ya que no hay ningún tipo de control” sobre lo que se compra y lo que finalmente se reparte a los pobres.
Según pudo averiguar Perfil, de los 192 pedidos de informes que efectuó la oposición en lo que va de 2008, el gobierno de Daniel Scioli sólo respondió dos.
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