“Es algo que viene pasando hace mucho, hagan algo”. Así se resume el reclamo que hizo público hace ya una semana Stephanie Calo, militante de La Cámpora, quien denunció al senador bonaerense Jorge "el Loco" Romero por una situación de abuso sexual que generó la inquietud de otras chicas en la agrupación juvenil y que prometen sumarse a la lista de quienes se animan a contar sus casos. Romero anunció el apartamiento de sus responsabilidades políticas en la agrupación pero no renunció a su banca por el momento.
Calo participó en la foto convocada por PERFIL frente al Congreso junto a Marisol de Ambrosio, exmilitante de La Cámpora y periodista de la agencia oficial Télam, que apuntó contra Juan Cabandié por “violencia verbal” durante una actividad partidaria pero que también difundió una carta para poner en primer plano “la estructura de poder machista que, estoy segura, se replica en otros lados”, además de la política.
Según comentó Calo en diálogo con este diario, “muchas chicas se acercaron a mí, pero están con miedo porque piensan que va a quedar en la nada”. Para canalizar esas experiencias es que abrieron en las redes sociales el espacio “Denuncias La Cámpora”, y si bien recibieron llamados desde el entorno de la diputada Mayra Mendoza, integrante de la cúpula de la agrupación, todavía no hubo acciones concretas. En un comunicado, las mujeres que lideran la movida señalaron con ironía que “la violencia de género no se resuelve detrás de escritorios redactando cartas, sino con acciones concretas de los líderes”.
En ese sentido, De Ambrosio se quejó de que en ese ámbito “naturalizaron que nosotras éramos menos” y es por eso que por ahora no surgió el repudio que están esperando. “¿No nos pueden pegar un llamado a las mujeres violentadas? Es un gesto político”, razonó la joven de 31 años, que reveló que su acercamiento a la política se produjo en 2001, con la caída del gobierno de Fernando de la Rúa.
Durante un acto de Unidad Ciudadana, Máximo Kirchner se refirió por primera vez a las denuncias y sostuvo que “las organizaciones políticas, sociales, culturales y sindicales deben ponerse al frente de las demandas como las del colectivo de mujeres”. Pero para Stephanie Calo, sus palabras no fueron suficientes. “No puede estar exento de saber todo esto”, reprochó la joven de 25 años que puso a disposición su abogado y su contención para que otras chicas se animen a hablar y ganó una enorme repercusión en las redes que no deja de sorprenderla.
Guebel en cámara Gesell
Claudia Guebel, la empleada del Congreso que denunció al senador radical Juan Carlos Marino por abuso sexual, fue entrevistada por una psicóloga con el sistema de cámara Gesell en los tribunales de Comodoro Py, para aportar mayores detalles a su testimonio. Del otro lado del vidrio se encontraban representantes de la fiscalía de Federico Delgado y de la defensa del senador. El pedido fue realizado por el juez Ariel Lijo, quien también pidió informes a las cámaras de Diputados y Senadores y citó a testigos.
Guebel, que fue invitada a la foto junto al resto de las mujeres pero no respondió a la convocatoria, denunció a Marino por acoso en varias oportunidades, mientras ella trabajaba en su despacho.
En la última sesión, Marino negó “haber tenido respecto de la denunciante una situación como la que se denunció”.