Desde que asumió la ministra Silvina Batakis, el dólar y los mercados no tuvieron paz. Ayer, el cierre de la segunda semana de “la griega” (como le dicen a la flamante titular del Palacio de Hacienda en su entorno) las cotizaciones que se miran con lupa batieron récords (los malos).
El dólar blue ganó $ 55 desde que empezó el mes y cerró ayer a $ 293. Es un mercado de escaso volumen, insiste la ministra pero es el que miran las cadenas de comercialización para fijar los precios finales en las góndolas. Góndolas que, dicho sea de paso, estarán en alerta naranja este mes porque ese frenético movimiento cambiario se trasladará a precios. Las consultoras ya anticipan un piso del 6% para el mes en puñado ya advierten, incluso 8% o más.
Los “dólares” financieros también saltaron : el contado con liquidación operó en $298,73 y el Bolsa o MEP, en $288,76. El dólar turista (para viajes y gastos en el exterior) quedó en un valor de $ 236,54.
Eso el mercado lo traduce como desconfianza en el rumbo económico, que Batakis solo conduce hace casi 15 días. Y eso ocurrió a pesar de las incansables horas de trabajo que le imprime la ministra a su gestión. Pero, sobre todo, busca dar señales al mercado financiero internacional.
Por ejemplo, anoche a las 22:30 tuvo reunión virtual con los ministros y presidentes de los bancos centrales del G20. Este fin de semana, como el anterior, seguirán los encuentros con todo el equipo.
La desconfianza está más allá de Batakis a quien, de hecho no le fue mal con la licitación de esta semana, su prueba debut. En la primera licitación prevista para este mes se acumuló un financiamiento neto de $ 126.700 millones y, de acuerdo con la información oficial el Tesoro logró captar $ 12.900 millones adicionales.
Desde que asumió la ministra el blue trepó $ 55 y los financieros suman presión
Hubo muñeca y trabajo en equipo con el Banco Central, cuyo timonel Miguel Pesce se siente en mayor sintonía ideológica y operativa con Batakis que con su antecesor, Martín Guzmán.
Batakis y Pesce coordinaron acciones para modificar la política monetaria -creó un corredor de tasas de interés- y endureció el cepo elevando el costo para las compras de bienes y servicios en el exterior. También lograron cerrar una buena licitación de la deuda en pesos para refinanciar vencimientos de esta semana.
Lo más importante para las cuentas de Economía es que con el resultado de esa licitación, se llega a fin de mes; es decir se cubren los gastos de julio y agosto, que también tiene vencimientos que afrontar será otro cantar.
La economía transita el día a día. No es solo por las dudas en el exterior sobre la solvencia local; también los vaivenes locales le aportan presión a la olla.
Y Batakis, en un punto, debe hacer delicado equilibrio entre los compromisos internacionales con los que hay que cumplir porque Argentina no tiene otra forma de obtener financiamiento y las embestidas internas de desconfianza.
El déficit fiscal se disparó 92% en el primer semestre del año, como consecuencia de la fuerte alza de los subsidios, en especial los destinados a la energía, que el gobierno busca revertir. Así lo indicó un reporte de la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Y en ese punto Batakis se enfrenta al mismo frontón con el que peleó , sin éxito, Guzmán: el capítulo energético. Batakis ratificó en su cargo a Darío Martínez en Energía y bochó la segmentación de la Cámpora. Sin embargo, enfrenta los mismos vericuetos administrativos en la instrumentación de la suba de tarifas con los que se topó Guzmán. La letra chica de las subas requerirá de la intervención del Enre y el Energas para que efectivamente disminuyan los recursos fiscales involucrados.
En otro gesto político fuerte, Batakis estuvo la semana pasada personalmente en la apertura de sobres para la construcción del emblema k: el gasoducto Néstor K. Pero esta semana saltó por el aire la conducción de YPF con el alejamiento de Sergio Affronti como CEO y será reemplazado por Pablo Iuliano, especialista en extracción de petróleo y gas no convencional.
La compañía dijo que el objetivo es “profundizar el proceso de transformación frente a los enormes desafíos presentes y futuros que plantea el escenario energético nacional y mundial”.
Todo esto sin mencionar el día a día en materia de inflación, una verdadera espada de Damocles para cualquiera que se siente en la silla del Palacio de Hacienda. El 5,3% de junio no fue atribuido a Batakis pero en algunas filas del propio Gobierno ya preparan la embestida para el número que vendrá: ¿el más alto del año?
Las dudas sobre lo que viene
- Familias: qué pasará con las familias tipo, por ejemplo, que a penas superen ingresos por $ 348.000 y perderán el total de los subsidios para afrontar las subas de luz y de gas en sus hogares.
- Solo uno: qué pasará con aquellos hogares unipersonales con ingresos cercanos a los 300.000; en principio no perdería el subsidio aunque tendría manera de solventarse, en comparación con otras composiciones familiares que perderían el apoyo estatal.
- Actualizaciones: no quedaría claro cada cuánto y cómo se harán las actualizaciones de la base de datos que se ingresen ahora; ya que la situación de los hogares podría mejorar o empeorar en el año.
- ENRE y ENERGAS: tanto Federico Basualdo como Federico Bernal, a cargo del Enre y Energas tendrán lapicera para la instrumentación de los recortes de las boletas.