A las 23.50 en el Senado se vive un clima de velorio, esta vez, sin muerto. Los senadores fuman dentro del salón Illia y dejan caer la ceniza al piso porque ninguna otra cosa que no fuera la vida de Cristina Kirchner tenía sentido. Un rato antes, un loco fue a la puerta de su casa, le apuntó con un revólver en la cabeza y disparó. La bala no salió.
Anabel Fernández Sagasti está tirada en un sillón. Tiene una mano apoyándose la pera, y la rodilla le sostiene el codo. Con la otra tiene un celular en la oreja. Termina de escuchar la cadena nacional de Alberto Fernández, que anunció un feriado nacional. En su cara se lee el miedo de una nena que vio a su madre a punto de morir.
En otro sillón, a pocos metros de distancia, la presidenta de Diputados, Cecilia Moreau, le pregunta a Paula Penacca: “¿Ahora quién lo calma a mi viejo que no quiere saber nada con el feriado?”. Se refiere al ex funcionario de Raúl Alfonsín y actual diputado nacional Leopoldo Moreau que hace pocos días salió de una larga internación.
— Senado Argentina (@SenadoArgentina) September 2, 2022
Un hombre intentó asesinar a Cristina Kirchner: le apuntó con un arma a la cabeza
“Pero está bien, Ceci, Alberto no puede llamar a un plan de lucha nacional, más no puede hacer”, le explica la secretaria parlamentaria para intentar calmar los nervios de la titular de Diputados. “Bueno, Pau, vení y explicale”, le dice, mira para el lado de su padre y le grita: “Ahora va Penacca a explicarte por qué mañana tiene que ser feriado”. La camporista se para del sillón y va.
Un rato más tarde diputados y senadores del oficialismo deciden ir a Uruguay y Juncal. “Vamos todos juntos, en caravana”, propone el ex ministro de Salud bonaerense Daniel Gollán. Él se enteró en la ruta, cuando volvía de un acto en San Antonio de Areco. “No teníamos señal en el celular para ver bien qué había pasado y en ese tramo no te termina de agarrar ninguna radio”, le dijo a PERFIL.
Un rato antes habían acordado que lo mejor era marchar mañana y el sábado hacer una sesión para repudiar el intento de asesinato. También quieren crear una comisión bicameral para investigar el hecho. Sin embargo, Moreau aclaró que todo iba a depender de lo que Cristina disponga.
“Hay que hacer una gran marcha con paro nacional, un nuevo 17 de octubre”, propuso en la intimidad la gremialista judicial Vanesa Siley que tiene una banca en la Cámara de Diputados. Mientras tanto, el chaqueño Juan Manuel Pedrini camina por el salón con el celular en la mano para cambiar el vuelo que lo iba a llevar de vuelta a su provincia. “Yo no me voy a ningún lado”, dice.
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A las 00.26 salen finalmente para Juncal y Uruguay. Se encuentran en esa esquina, algunos móviles de radio y televisión entrevistan a Victoria Tolosa Paz y a Daniel Gollán. Pero también estaba Pedrini y la fueguina Carolina Yutrovic. Unos metros más adelante, el secretario de Derechos Humanos lleva puesta una campera y una gorra negra para que no lo reconozcan, pero es tan alto y está al lado de Fernández Sagasti que aun así se le acercan los móviles.
Habla de terminar con la violencia política y cargas contra los que difunden el odio contra la vicepresidenta. Termina de hablar con Alejandro Apo y le explica a Fernández Sagasti por qué no salió el disparo. La mendocina sigue en shock, busca algún argumento técnico para entender por qué no asesinaron a Cristina Kirchner si un hombre le apuntó a la cabeza y disparó con una pistola cargada.
El Senado condenó el intento de asesinato
El jefe del bloque UCR en el Senado, Luis Naidenoff, ya se había sacado la ropa después de una larga sesión cuando José Mayans lo llamó a las 21.40. Se pusieron de acuerdo en repudiar conjuntamente el intento de magnicidio que un rato antes se había vivido en Recoleta.
“Al momento lo llamé a Schiavoni (jefe del bloque PRO en el Senado) y a Cornejo (jefe del interbloque Juntos por el Cambio). Todos nos pusimos de acuerdo en el momento y decidimos volver al Senado”, relató ante la consulta de PERFIL. Calificó como “una locura” lo que pasó.
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“Nos tenemos que calmar, todos. No se puede vivir en un país así. Encima la sesión de hoy fue tranquila”, señaló, a diferencia de lo que se esperaba por la vuelta de Cristina Kirchner al Senado, después del pedido de 12 años de prisión por parte del fiscal Diego Luciani.
A las 23.30 se reunieron los senadores y leyeron un comunicado en conjunto. La imagen del jefe del interbloque Frente de Todos, José Mayans, abrazando a Schiavoni (PRO) intentó reflejar el clima de fraternidad que se vivió en el Senado.
La voz la puso el secretario parlamentario, Marcelo Fuentes, uno de los más impactados con lo que pasó. “Manifestamos nuestra absoluta solidaridad con la vicepresidenta y su familia”, leyó.
AR / ED
