El gobierno argentino le respondió a Venezuela luego de que el canciller de Nicolás Maduro lo calificara de "neonazi", tras prohibir el uso del espacio aéreo venezolano a aeronaves argentinas. "Qué se puede esperar de un burro más que una patada", dijo el vocero presidencial, Manuel Adorni, para referirse al asunto.
La tensión diplomática entre los dos países de gobiernos antagónicos fue protagonizada públicamente por el vocero argentino y el canciller venezolano. Escaló desde el 12 de febrero, cuando el gobierno argentino autorizó el decomiso del avión venezolano-iraní que partió rumbo a Estados Unidos. Como represalia, el gobierno venezolano prohibió que las aeronaves argentinas sobrevuelen su espacio aéreo, por lo que el ejecutivo argentino inició "acciones diplomáticas".
“La verdad que de un gobierno de dictadores lo único que puede esperar son cuestiones que no merecen ni respuesta", añadió el portavoz de Javier Milei desde Casa Rosada, en su habitual conferencia de prensa este miércoles 13 de marzo.
"Neonazi, sumiso y obediente"
La respuesta de Adorni, en tanto, fue ante a los dichos del canciller venezolano, Yvan Gil, que calificó al gobierno de Javier Milei de "neonazi, sumiso y obediente", y hasta llamó al vocero presidencial "cara de tabla".
"El gobierno neonazi de Argentina, no solo es sumiso y obediente con su amo imperial, sino que tiene un vocero ‘cara de tabla’: El Sr. Manuel Adorni pretende desconocer las consecuencias de sus actos de piratería y robo contra Venezuela, las cuales fueron advertidas en reiteradas ocasiones antes del acto delictivo cometido contra EMTRASUR", había escrito el jefe de la diplomacia venezolana en X.
Por su parte, Manuel Adorni agregó la "tristeza" que le genera al gobierno nacional de que los venezolanos estén gobernados por "estos energúmenos". "Hay que restarle importancia a lo que venga de un gobierno de dictadores. Puede decir lo que quiere", cerró Adorni.
Además, el vocero del gobierno dijo que la decisión de Venezuela de prohibir el uso del espacio aéreo a aviones argentinos "tiene un costo económico muy elevado", que perjudicará principalmente a "pun montón de pasajeros a los que se les harán más costos sus viajes".
El motivo de la escalada diplomática con Venezuela
El conflicto comenzó después de que el Boeing 747-300M Dreamliner de carga, propiedad de Emtrasa -la filial de la aerolínea venezolana Conviasa- partiera rumbo a Estados Unidos, en respuesta a un pedido de decomiso.
Tras casi dos años de estar varado en el país y ser investigado por supuestos vínculos con el Irán, el avión que originó la controversia despegó el pasado 12 de febrero con destino a los Estados Unidos. Ante esa situación, el gobierno de Maduro prohibió que las aeronaves con matrícula de Argentina puedan sobrevolar el espacio aéreo de Venezuela, como ocurre hasta ahora en vuelos a México o Estados Unidos.
La tripulación del avión, que portaba sanciones por parte del gobierno de Estados Unidos, había llegado a Argentina el 6 de junio de 2022, y estaba integrada por cinco iraníes y 14 venezolanos. En un principio fue retenida por la Justicia y pero luego puesta en libertad después por falta de evidencia ante el delito de financiación de actividades terroristas.
Previo a la partida del avión, un diplomático venezolano sacó fotos de la aeronave el 6 de febrero, y abandonó el país dos días después. Mientras que a fines de febrero, el propio Maduro denunció a Estados Unidos por el "acto vil, criminal, indignante" de "descuartizar" la aeronave, un proceso que se llevó a cabo en Miami, Florida.
A modo de represalia, el gobierno de Venezuela prohibió el uso del espacio aéreo a aviones matriculados en Argentina. "Venezuela ejerce plena soberanía en su espacio aéreo, y reitera que ninguna aeronave, que provenga o se dirija a la Argentina, podrá sobrevolar nuestro territorio, hasta que nuestra empresa sea debidamente compensada por los daños causados, después de las acciones ilegales realizadas, solo con el fin de complacer a sus tutores del norte", explicó el canciller venezolano en X.
La decisión de Maduro no pasó inadvertida para la administración de Milei. En su habitual conferencia de prensa, Adorni respondió que "Argentina no se va a dejar extorsionar por los amigos del terrorismo", anticipando además el inicio de "acciones diplomáticas" contra Venezuela.
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