Diego Lagomarsino, el técnico informático procesado como partícipe necesario del presunto homicidio del fiscal federal Alberto Nisman, reiteró este martes 16 de marzo que "de homicidio no hay nada" y apuntó contra la pericia de Gendarmería. "Hubo una necesidad de un Nisman asesinado casi desde el día uno", expresó.
Entrevistado por Viviana Canosa en su programa en A24, Lagomarsino apuntó contra los que defienden la hipótesis de que el fiscal fue asesinado: "Hay algunos que mienten diciendo que el tiro está detrás de la nuca, cuando claramente el tiro está en la sien. Podemos discutir por otro lado si fue un homicidio o suicidio si el tiro está en la sien o no. A los seis meses de la causa estaba todo en el expediente, el resto es cotillón".
En esa línea, agregó: "Los peritos mintieron. Hubo una necesidad de un Nisman asesinado casi desde el día uno. Cada uno tendrá sus motivos, personales, familiares o políticos, pero de homicidio no hay nada. Solo está la pericia de Gendarmería, que como peritos tipificaron penalmente un hecho, cuando los peritos lo que hacen es decir 'acá ocurrió tal cosa', acción de tercero o no, defensa o no, un montón de cuestiones sobre el cuerpo y el espacio. Pero no pueden ir al código penal y busca qué fue, eso lo hace el juez".
"Gendarmería hasta en eso le pifió, en las conclusiones pone asesinato, es una burrada. Acá dicen que tiene signos de defensa y en el otro no, habla de ketamina y en otro no, un golpe que le partió el tabique y al principio no había", añadió el técnico informático.
Su relación con Nisman. Sobre el motivo de por qué le llevó el arma al fiscal, respondió: "Le llevo el arma porque me puse en la piel de Alberto. Cuando me habla de sus hijas, me puse en su piel y acepté. Claramente me mintió porque el lunes cuando voy a verla a (la fiscal Viviana) Fein me dijo que las hijas no están".
Un 'crimen' sin autor: ¿cuál es el estado actual de la causa Nisman?
"Más allá de que a Alberto era muy difícil decirle que no. Por eso mi analista dice eso de "amo esclavo", que puede ser sexual o no, pero en este caso no lo era. A mucha gente le pasaba lo mismo", contó.
En ese sentido, continuó: "Mi miedo era que lastime a alguien, le enseñé cómo se descargaba el arma, porque si no sabés te puede quedar una bala en la recámara. No le explico a disparar en Le Parc, le explico la seguridad del arma, cómo se pone la traba, cómo se destraba". "El problema fue el lunes cuando prendo la televisión y hablaban de Nisman muerto. Ese día fue tremendo", concluyó.
EuDr
