El diario español ABC, realizò una feróz crìtica a la decisión del Gobierno de querer expropiar YPF y en un duro editorial consignó lo siguiente:
Prosigue a ritmo sostenido el ataque de Argentina a Repsol-YPF después de que otras provincias hayan seguido retirando licencias de explotación a la compañía española. Ya son quince los yacimientos parados y hay otros cuatro en vísperas del mismo fin. Entre tanto, las acciones de la empresa tanto en Wall Street como en Buenos Aires siguen a la baja. Y esa es, al parecer, la clave.
Desde hace tiempo se sospecha que los gobernadores actúan como peones de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK), que parece que tiene calculado este impresentable goteo de cancelaciones en las licencias para derrumbar el valor de la acción de la compañía en los mercados y así, ya a precio de baratillo y con el grifo de la producción cerrado, hacerse con ella. Una nacionalización encubierta, rompiendo las reglas del mercado, la libre competencia y la seguridad jurídica, la especialidad de «casa Kirchner», un establecimiento rosado donde el orden y las normas son especies en extinción y donde se echa mano siempre que se puede del «agravio nacional» como bálsamo para calmar el malestar social interno.
Crudas pintan las cosas para Repsol-YPF en territorio austral. El «kirchnerismo» ha tomado el relevo al mando de las tesis bolivarianas en Iberoamérica. Con el «chavismo» convaleciente y rezando por evitar el tránsito de su líder, con Correa entretenido en los ataques a la libertad de prensa y Evo Morales con fuerte contestación interna de los indígenas, emergen CFK. Es decir, «Con-Fis-Ka».