En sus últimos días con vida, Néstor Kirchner estaba golpeado por la muerte del militante del partido obrero Mariano Ferreyra. Así lo confirmó el dirigente Edgardo Depreti, su sucesor en la banca de la Cámara de Diputados, quien anoche afirmó que el ex presidente estaba "muy enojado" por el fusilamiento del estudiante de historia y militante del Partido Obrero a manos de una patota sindical.
“Néstor tenía la capacidad de militar 24 horas por día y jugaba en siete puntas diferentes; una capacidad como su corazón, enorme, con una cabeza enorme”, afirmó el hombre de la CTA, quien relató que en las últimas conversaciones que tuvo con Kirchner "lo sentí mal con la muerte de Mariano Ferreyra y muy enojado”.
En diálogo con radio Cooperativa, Depreti reveló que antes de morir Kirchner, “ya tenía y sabía todo como había sido" el episodio trágico en las vías del ferrocarril Roca "Había instruido a la SIDE, había instruido fuerte al gobierno para que colaborara con la fiscal, la fiscal con la jueza, aportarle datos, trabajamos todos y la noche anterior a su muerte, ya sabía quiénes eran los responsables”.
“Responsable político, Pedraza (líder de la Unión Ferroviaria), no tengo dudas y los que están presos, que fueron los ejecutores", respondió cuando se le preguntaron los nombres de los culpables.
En ese sentido, agregó que "había ahí una asociación con todos los armados que todavía perduran en ferrocarriles vinculados a la patota de Unión Ferroviaria y el manejo que se hace en cooperativas y de órganos de dirección de ferrocarriles y la complicidad concreta de un modelo sindical que utiliza barras para enfrentar a trabajadores".