Sin el apuro de una agenda saturada de actividades, a media mañana de ayer Daniel Scioli sale a correr por Villa La Ñata, Tigre. Se siente profeta en su tierra: “¡Qué pena, Daniel, qué pena que no llegaste!”, le grita un vecino cuando hace cinco cuadras desde su casa. El gobernador bonaerense mantiene el ritmo del trote y levanta la mano para mostrarle agradecimiento. Más adelante, cuando una vecina le pide darle un beso, tendrá que parar. “Tenías razón con los precios, ya no se puede comprar”, le dice la señora a 15 días de la elección presidencial en la que perdió contra Mauricio Macri.
Esta vez es una recorrida de media hora en la que apenas toma agua al finalizar.
Antes de salir había hecho el control de rutina con su médico Alfredo Cahe. Lo esperan en la cancha de Villa La Ñata Sporting Club. “Hoy vuelve el Pichichi”, repiten en el ingreso al club que ganará el partido por cinco goles contra tres. “Estamos terminado el año en el cuarto o quinto puesto porque no jugué mucho (se ríe). Quiero hacer crecer más el club. Ya pedí a la conducción que en 2016 haya una fuerte campaña de inscripción de chicos del barrio para que puedan formarse con los valores del deporte y transmitirle mi propia experiencia”, dice Scioli a PERFIL.
—Lleva 18 años en política y es la primera vez que no va a ocupar un cargo ¿Qué se siente?
—Tengo un compromiso con el país que va más allá de mi responsabilidad política. Como corredor de lancha, como vecino del Abasto, como empresario, no necesariamente desde un cargo serví al país. Tengo una gran vocación de servicio y por mi personalidad inquieta voy a tener más tiempo y estar siguiendo muy de cerca la realidad nacional. Voy a estar ahí para defender a casi la mitad de los argentinos y para garantizarle que pueda estar cada vez mejor.
—Pero esa “casi mitad” que lo votó es un sufragio muy volátil, que quizás antes fue de Sergio Massa, después de usted y mañana...
—Siempre los votos son volátiles. Hay que revalidarlos todos los días, también para Cambiemos. Los votos son de la gente, ni de los candidatos, ni de los partidos políticos, y acá la que protagonizó la elección fue la gente. Mucha gente que no había militado salió a la calle. Por no tener un cargo no voy a mostrar desinterés. Entregué lo mejor de mi y recibí lo mejor de la gente. Mi tranquilidad es que sostuve mis ideas, y ahora hay cosas que me preocupan, cuando veo evolucionar los precios de la manera que lo están haciendo.
—¿Pero lo culpan a Macri cuando todavía no asumió la Presidencia?
—El Gobierno venía bajando la inflación de forma gradual sin enfriar la economía. Ante la expectativa de un tipo de cambio diferente, el mercado se adelanta y empiezan a remarcar. Espero que esto no afecte el poder adquisitivo de la gente y se combine con una quita de subsidios.
—El poder es muy cruel. ¿La soledad le asusta?
—No, porque nunca me la creí en el poder y siempre tuve una manera llana de trabajar. Tengo mis amigos de siempre, sé muy bien distinguir las cosas, el exitismo que puede haber alrededor. La gente me va a conocer más en las situaciones despojadas de todo tipo de interés de por medio, es ahí en donde se ponen a prueba los verdaderos vínculos. A esta misma hora hace 26 años, estaba peleando entre la vida y la muerte, y mirá adónde llegué. En ese momento le dije a mi copiloto: “Vamos a volver y vamos a ser campeones del mundo”. Y volvimos y fuimos campeones del mundo a los dos años. No te quiero decir nada con esto.
—¿Cómo no? Usted se despidió esta semana del gobierno bonaerense con la misma frase.
—Fue simbólicamente, para transmitir fe.
—¿Cómo ve su futuro?
—No seré un gran intelectual pero soy un trabajador incansable, me veo trabajando.
—¿Cómo será el 11 de diciembre, su primer día fuera del poder?
—Yo me imagino despertándome a las siete de la mañana, poniéndome el traje y arrancando para algún lugar. Agarro la lista de invitaciones y voy con más ganas que nunca. Desde la Fundación DAR vamos a aportar ideas.
—Este año fue estudiante, gobernador, candidato a presidente y jugador de futsal. ¿Cómo se viene 2016?
—Fue intenso, y para 2016 tengo una gran capacidad de adaptación, será por mi accidente que me exigió aprender a vivir con un brazo. Me adapto. Tenía un departamento, se me incendió y me tuve que ir a lo de mi mamá y después me adapté a vivir en el Abasto, después a Villa La Ñata, tengo una gran capacidad de reinventarme y encontrar motivaciones. No te puedo decir ya cómo va a ser. Tengo fe y confianza de pensar en algo que pueda contribuir y que también me haga bien. En estos 18 años fue muy fuerte. Estaba convencido de que le iba a dar un gran servicio al país siendo presidente, sentía que los temas que venían yo me había preparado como nunca, pero la gente eligió esta alternancia.
—¿Y puede ser más adelante?
—No me gusta hacer futurología, me gusta estar siempre con los pies en la tierra. Después se verá.
¿Presidente honorario del PJ bonaerense? “El hecho de que hoy un dirigente no esté, no significa que no vaya a estar”, dice Scioli sobre la reorganización del Partido Justicialista. Sobre el futuro de dirigentes como Sergio Massa, José Manuel de la Sota y Mario Das Neves que en la actualidad están afuera del partido, explicó: “Hoy es esa foto, hay que ver si eso sigue así. Hay un gran espíritu de todos los gobernadores de replantear las cosas. Hay algo que tiene que estar por arriba de cualquier disputa personal y debemos comenzar a discutir las diferencias democráticamente, integrando a todos los otros sectores”.
A diferencia del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que volvió a mostrar su perfil crítico hacia la Casa Rosada, el bonaerense mantendrá un discurso conciliador hacia el kirchnerismo dentro del espacio. “El gran desafío es unir a todos. Las diferencias se deben disputar internamente y las resolveremos de manera democrática, aseguró el mandatario. Ambos dirigentes en mayo podrían disputar la conducción del PJ. Pero antes, el PJ bonaerense conducido por el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, podría nombrar a Scioli presidente honorario para conducir el partido en la provincia de Buenos Aires. “Creo que me van a promover como presidente honorario. Pero más allá del título, mi compromiso, como último militante o como último vocal suplente es el mismo”, aseguró.
“Pagamos los sueldos”. “Facilité la transición y el comienzo del nuevo gobierno. Nosotros terminamos de pagar los sueldos de nuestra administración en tiempo y forma”, dice Daniel Scioli. El gobernador bonaerense no confrontará con la mandataria electa, María Eugenia Vidal pero remarca que, hasta el último mes de su mandato, los sueldos se pagaron.
Además, asegura que con el desendeudamiento y el fallo de la Corte Suprema, el territorio no debería tener problemas financieros.
“La Provincia debe un tercio de lo que debía cuando nosotros asumimos y con el fallo de la Corte Suprema que le va a generar 18 mil millones de pesos más por año, va a poner a la administración en un superávit holgado”, confió Daniel Scioli.