El 60% de las causas por corrupción que se acumulan en los tribunales de Comodoro Py se abrió en los últimos tres años. Y mientras el número de acusaciones asciende, los juzgados federales acumulan más de 2 mil expedientes sin resolver.
De un total de 2.211 causas, en los últimos tres años se abrieron 1.345. Sólo el 2% de ellas fue resuelto y 961 todavía se encuentran en etapa de inicio, es decir, sin ningún avance concreto. Esta es la consecuencia de un proceso en el que se politizó la Justicia y se judicializó la política.
Si se tienen en cuenta los períodos presidenciales desde 1995 hasta la actualidad, durante la gestión de Cristina Kirchner se presentó el 71% de los expedientes de corrupción. En su primer mandato se acumularon 277, mientras que en el segundo, 1.292. Completan el podio el primer semestre de Macri y el gobierno de Néstor Kirchner con el 23% y el 5%, respectivamente.
A partir de un análisis realizado por PERFIL, se evidencian dos tendencias: la larga duración de los procesos y su falta de resolución.
Uno de los cuestionamientos más reiterados que se le hacen a la Justicia es la lentitud con la que avanzan las causas. Los tiempos de los procesos judiciales no parecen coincidir con las exigencias de la ciudadanía. Según estadísticas de la Oficina Anticorrupción, los expedientes tardan entre 10 y 14 años en resolverse.
Pero hay varios que incluso superan ese tiempo. Uno es el de Alfredo Carim Yoma. Su causa por defraudación contra la administración pública ingresó en el juzgado de Claudio Bonadio hace 21 años y aún figura en estado de inicio.
La falta de condena también es otro dato alarmante ya que sólo el 5% de las causas alcanza un fallo resolutorio. A esta cuestión se le agrega el permanente estado de inicio que tiene el 55% de las causas. En ese sentido, una crítica recurrente es que no acelerar las causas es una manera que tienen los jueces de evitar colisionar con el gobierno de turno. Esta tensión entre políticos y magistrados tiene fecha de vencimiento: el cambio de mandato. Es por ello que otro de los reclamos al fuero federal es la falta de justicia en tiempo real. Tal es el caso de José López, con causas en el juzgado de Daniel Rafecas iniciadas en 2008 y reimpulsadas recientemente.
La designación de jueces por sorteo también genera polémica . La jueza María Servini de Cubría admitió que “el sistema de sorteos informáticos es manejable”. El juez que más causas recibió en los últimos tres años es Daniel Rafecas. Fue un total de 203. Entre ellas, se destacan trece de Cristina Kirchner, siete de Daniel Scioli, cinco de Julio De Vido, tres de Lázaro Báez, dos de Mauricio Macri y una de Amado Boudou. En este caso, no sólo resalta la cantidad de expedientes acumulados sino también la poca celeridad en el avance de las causas. Sólo tres alcanzaron una resolución y 160 permanecen en estado de inicio.
(*) Del Equipo de investigación UCA-PERFIL.