Alberto Nisman fue hallado muerto en el baño de su departamento en el piso 13 de la Torre Le Parc, en el exclusivo barrio de Puerto Madero. La persona que lo encontró fue su madre, Sara Garfunkel.
En septimebre de 2015, José Raúl Cabrera –el primer médico que llegó al departamento del exfiscal de la UFI – AMIA— y la enfermera Jessica López, declararon frente a la fiscal Viviana Fein.
Ambos aseguraron que el cuerpo del fiscal federal “fue movido” ya que, al momento de constatar la muerte, se encontraba en el medio del baño; a diferencia de lo que muestran las fotografías tomadas por la policía.
En octubre, la bioquímica de la Policía bonaerense, Beatriz Delimanis, declaró en sede judicial ante Fein que el exfiscal “no tenía pólvora en las manos” y “tampoco sangre” que borrara huellas.
Además, confirmó que no hubo irregularidades en el procedimiento y que resguardaron todas las pruebas.