Con un total de cinco sesiones en la Cámara de Diputados, otras cuatro en el Senado y una visita del jefe de Gabinete, Juan Manzur, a la Cámara alta, el Congreso cerró un primer semestre de trabajo y entró en receso hasta la primera semana de agosto. Si bien la agenda económica estuvo al tope de las prioridades, los temas fueron saliendo con cuentagotas y aún quedan proyectos pendientes de tratamiento. Lo cierto es que ahora se espera conocer de manera detallada cuáles serán las demandas por parte de la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, aunque ya surgen algunos desafíos para el segundo semestre.
Al tope del ranking se encuentra el Presupuesto 2023, con mayor atención todavía luego de la fallida experiencia de la edición 2022 que obligó al oficialismo a reorganizar las cuentas ante la falta de ley aprobada. También está en carpeta una modificación de la ley de administración financiera, ligada al control del déficit y a la unificación de la supervisión de los presupuestos de las dependencias oficiales que, según la mirada de la funcionaria, no tienen el suficiente orden.
Con menores chances pero vigente aún se encuentra el impuesto a la renta inesperada que anunció el ex ministro Martín Guzmán para gravar lo obtenido de manera excepcional por aquellos empresarios a partir de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Entre los temas que ya se están trabajando en el ámbito parlamentario hay especial interés por parte del Ejecutivo para que se concrete la nueva moratoria previsional. La que se encuentra vigente vence el próximo 23 de julio y ante el parate legislativo ya se anticipa que no habrá posibilidades de empalmar ese cierre con una nueva ley, por lo que el apuro es real. En un nivel similar de interés figuran el proyecto de Compre Argentino, con diferencias técnicas que traban su llegada al recinto y la Ley Agrobioindustrial, presentada en septiembre del año pasado por el presidente Alberto Fernández y Julián Domínguez, ministro del área pero sin novedades de dictamen hasta la fecha. La Comisión de Agricultura que preside el opositor Ricardo Buryaile en Diputados ya está trabajando la normativa, aunque los enfrentamientos sectoriales, potenciados con el paro del campo de la última semana, no colaboran con el rápido despacho de un texto que apunta al mediano y largo plazo con el fin de obtener la mayor cantidad de divisas para una economía en rojo.
Paritaria del 69% para todos
En línea con la inflación y los aumentos que recibieron otros gremios, los trabajadores del Congreso acordaron una paritaria del 69% a cobrar en dos tramos antes de fin de año.
El aumento que también alcanza la dieta de los legisladores, se otorgará en dos tramos. Primero será un 30% a partir de julio y otros 30%, acumulativos, que se otorgarán con el salario de octubre. De acuerdo con el contexto económico, en noviembre se analizará el otorgamiento de una suma fija no remunerativa solo para los trabajadores, se aclaró.
Con el primer tramo de aumento, la dieta promedio de un legislador llegará a unos $ 460 mil, mientras que en octubre alcanzará los $ 600 mil aproximadamente, a lo que se adicionan gastos de representación y eventual plus por desarraigo.