Hay un suceso muy llamativo dentro del de por sí escandaloso marco en el que se desarrolla esta causa. El viernes 20 de octubre se produjo un incendio en el tercer piso de la oficina de la central de la AFIP de Hipólito Yrigoyen y Defensa, en plena Ciudad de Buenos Aires.
Las llamas afectaron a la oficina 3817, que es en donde se encuentra parte de la investigación que involucra a Skanska y a otras empresas.
Toda la pesquisa del hecho recayó en el Juzgado federal Nro. 3, pero el peritaje de los bomberos concluyó que el incendio había sido intencional.
Por el hecho fue sumariada una decena de agentes de la AFIP, pero para el vocero del organismo, Jorge Speraggi, el incendio no tenía sentido, ya que toda la documentación de la DGI tiene un respaldo digital, por lo que la intención de hacer desaparecer la causa era vana.
Sin embargo, existe un antecedente llamativo al siniestro. Dos meses antes, el juez en lo Penal Tributario Javier López Biscayart, a cargo de la investigación, le habría exigido a Gendarmería Nacional que pusiera custodia en esas oficinas, según revelaron a PERFIL fuentes confiables.
El director de la fuerza se habría negado a cumplir con la orden, el juez habría insistido y, como consecuencia de ello, habría sido el ministro del Interior, Aníbal Fernández, quien refrendó la respuesta negativa, con el argumento de que sus funciones como garante de la seguridad del Estado eran más importantes que custodiar causas judiciales.