Todo tiene que ver con todo. Si no, no hubiera razones para entender porqué Alberto Fernández, un hombre que a simple vista parece no tener ningún capital exportable, estuvo dentro de la comitiva empresaria que acompañó a Guillermo Moreno por Angola.
En los últimos días, se supo que Fernández es dueño de Black, un club nocturno señalado por vínculos con redes de trata. Pero no sólo eso, ya que según registros oficiales, el empresario cobra un sueldo de la empresa Machines 1730 S.A, una concesionaria de autos de lujo. ¿Cuál es el punto?
Esta empresa estuvo vinculada a la causa de los “autos truchos” que investiga el uso irregular y comercial de vehículos de alta gama con patentes diplomáticas. En la causa, quedó marcado el exsecretario de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, Fabián Gutiérrez.
Quienes conocen a Fernández aseguran que él se muestra como propietario de la concesionaria con sede en Martínez, en Avenida del Libertador 14399. Además, hay algo que también hace ruido: la sede legal de Machines compartía la dirección con otro local de la marca de ropa Soho.
A su vez, otro de los dueños de la concesionaria Machines es, según la denuncia que hizo en su momento La Alameda, Gutiérrez. Este abrió una concesionaria en Río Gallegos a nombre de un testaferro.
Ezequiel Conde, representante de la fundación La Alameda, que denunció la semana pasada a Fernández por trata de personas, dijo a Perfil.com que el dueño de Black era quien, "dos veces por semana, sacaba los autos de los galpones (donde guardaban los autos) para luego venderlos a través de la concesionaria de Gutiérrez".
Ex secretario K, otra vez en la mira. Víctor Fabián Gutiérrez fue hasta el 29 de enero de 2010 uno de los hombres de confianza de Cristina. Investigado por presunto enriquecimiento ilícito, presentó su renuncia alegando "motivos personales". Gutiérrez controla además un concesionario en San Isidro y otro Río Gallegos. En ambos casos, figuran a nombre de otras personas.