César Milani, flamante jefe del Estado Mayor del Ejército, se presentó a declarar voluntariamente ante el Juzgado Federal de Tucumán por segunda vez en esta semana. y "negó absolutamente" las acusaciones que lo vinculan con la represión ilegal durante la última dictadura.
Tras recibir la autorización del ministro de Defensa, Agustín Rossi, el militar compareció ante el juez Raúl Daniel Bejas para "ponerse a su total disposición", informó el Ejército en un comunicado difundido por la agencia DyN.
Milani se presentó ante el Juzgado Federal de Tucumán Número 1 para negar "absolutamente los presuntos hechos que se le atribuyen a través de algunos medios de comunicación", según el comunicado del Ejército Nacional.
El jefe del Ejército está acusado de participar del Operativo Independencia, ocurrido en esa provincia en 1975 con el objetivo de combatir un "foco revolucionario" en el monte tucumano. El miércoles se había se había presentado también ante los tribunales de La Rioja, para negar las acusaciones que lo vinculan a detenciones ilegales en esa provincia.
Por su parte, Ramón Olivera, quien estuvo detenido durante la dictadura militar, ratificó su denuncia contra el general ante el juez federal de La Rioja Daniel Herrera Piedrabuena.
De acuerdo a su testimonio, Milani, por entonces subteniente, fue quien allanó su domicilio, detuvo a su padre y luego participó directamente del hostigamiento contra el mismo Olivera cuando declaraba ante el juzgado federal de La Rioja durante la dictadura.
Previamente Olivera había sido objeto de apremios y torturas en La Rioja, durante las cuales prácticamente se armó su supuesta declaración, que debía firmar ante el secretario del juzgado bajo la presencia del militar, según DyN.
Olivera ratificó la declaración que había realizado en 1984 ante la Comisión Provincial de Derechos Humanos, que figura lo mismo que reiteró a los medios de comunicación y anoche volvió a ratificar en la marcha que pidió la reapertura de la causa por la desaparición del conscripto Alberto Ledo. Acusado de ser integrante del ERP, lo que siempre negó, Olivera fue sometido a tormentos: "Me hicieron como un simulacro de fusilamiento", sostuvo.