Si las elecciones a presidente fueran hoy, Daniel Scioli saldría primero. Por poco margen, pero todavía supera a Sergio Massa y a Mauricio Macri, sus inmediatos seguidores.
Sin embargo, los votos podrían resultarle insuficientes como para llegar al sillón de Rivadavia. Los votantes lo ubican en el espacio oficialista. Y en una segunda vuelta, la matemática indica que podría imponerse un candidato opositor.
Aún falta mucho para los comicios presidenciales. Pero ya es claro que, tras las elecciones de octubre, Scioli tendrá el desafío de volver a seducir votantes de inclinación opositrora.
Un sondeo de la consultora González/Valladares, realizado a nivel nacional, muestra una paridad entre el mandatario provincial; el intendente de Tigre, Sergio Massa; y el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, en cuanto a las preferencias presidenciales. Obtendrían 21%, 18% y 16% respectivamente.
Los números indican que Scioli está atado al núcleo duro kirchnerista, consiguiendo un porcentaje similar de intención de voto al que obtuvo el candidato del Frente para la Victoria, Martín Insaurralde, en las primarias del 11 de agosto. Scioli fortaleció su apoyo al kirchnerismo ante la necesidad de cerrarle el paso a Sergio Massa.
Después del cierre de listas, en junio, arrancó con una defensa cerrada del modelo “nac & pop” y con definiciones tajantes, ausentes en toda la carrera política del gobernador. Ese giro de 180 grados en sus dichos tuvo un correlato en su imagen, y la foto de hoy indica que tendría que ir a una segunda vuelta si se sometiera a elecciones presidenciales.
Si quiere elevar su performance de acá a dos años, el mandatario debería adoptar, otra vez, el discurso moderado que lo caracterizó siempre, con palabras que transitan por una zona gris en la que se hace difícil determinar qué piensa realmente. Le sobra tiempo. Quizá lo haga inmediatamente después de octubre, ante una derrota que vaticinan todas las encuestadoras. Y por la que pagará un alto costo político: Scioli acompaña a Insaurralde a todos los actos y se puso al hombro la campaña, incluso más que Cristina Kirchner.
A la hora de atribuir un liderazgo opositor al gobierno nacional, el que encabeza los sondeos es Sergio Massa, seguido por Mauricio Macri y Elisa Carrió. Scioli aparece en el sexto lugar. El porcentaje en el que está anclado Scioli, que es el del kirchnerismo, se muestra poco elástico: no se mueve para arriba si hay algún anuncio (como la rebaja en el impuesto a las ganancias) ni baja con los desaciertos del Gobierno. Lo que tendrá que buscar de ahora en adelante Scioli, si quiere cumplir su sueño de ser presidente, será un viraje en su estrategia para perforar ese techo de votos.