El protagonismo de Daniel Scioli en la campaña del Frente para la Victoria se incrementará aún más en la última semana antes de las internas abiertas, simultáneas y obligatorias del 11 de agosto. El gobernador bonaerense medirá sus fuerzas contra Sergio Massa en el propio territorio del intendente cuando salga, mañana por la mañana, a caminar por el Puerto de Frutos de Tigre.
Scioli se muestra convencido de poder conquistar algunos de los votos de los tigrenses que en la última elección se inclinaron por Massa. De buen humor, el gobernador explica a su entorno que desde 2007 (cuando se mudó a Tigre para validar judicialmente su candidatura a gobernador) logró seducir a los vecinos y confía en que puede llevar ese “afecto” al cuarto oscuro.
Un día después, Scioli continuará dando la pelea contra el intendente de Tigre y candidato a diputado nacional por el Frente Renovador. Esta batalla se trasladará a San Miguel y San Martín, otros dos distritos massistas de la primera sección electoral que visitará el lunes. Allí, se mostrará junto al candidato del oficialismo, Martín Insaurralde, y pedirá el voto de los vecinos para acompañar a la Presidenta.
Pero metido en la pelea por la sucesión de 2015 contra Massa y con la intención de achicar aún más la brecha entre el tigrense e Insaurralde, el gobernador bonaerense hará un raid de campaña también por otros distritos populosos como Avellaneda y recorrerá distintos municipios del interior como Chacabuco.
Aunque negoció hasta último momento acompañar a Massa en su ruptura con el gobierno nacional, Scioli ahora se muestra como uno de los más fieles soldados kirchneristas. Desde su entorno, aseguran que el diálogo con Cristina Kirchner volvió a ser cordial y que incluso hubo un agradecimiento de la mandataria por su rol en la campaña. Aunque a su alrededor son más pesimistas con respecto a su futuro político, Scioli recobra así el sueño de ser el sucesor natural para la presidencia.
