“En estos 15 días la variante Delta no ingresó”. Con esta frase en el círculo íntimo del presidente Alberto Fernández daban por cerrado el debate sobre la polémica que generó la restricción de vuelos que venció este viernes. Ya desde principio de semana, el Gobierno adelantaba que no habría fuertes modificaciones al DNU que redujo a 600 los pasajeros diarios que podían llegar del exterior y así fue: de acuerdo a la nueva normativa la ampliación será de manera gradual y la próxima semana solo podrán igresar 5.200 viajantes (743 por día).
El Presidente es quien sostuvo la postura más dura dentro del gabinete. “Yo cuido a los 45 millones de argentinos”, dijo sobre la posibilidad de habilitar más vuelos. Fernández está convencido de que el límite de ingresos funcionó para frenar el coronavirus y rechazan la polémica que se generó por los “varados” en el exterior. Para el Gobierno no existen los “varados”. “Son viajeros que se fueron a pesar de las recomendaciones del Gobierno de que no viajen y firmando una declaración jurada aceptando las condiciones que podía imponer el Gobierno. Varados eran los de marzo de 2020 y los trajimos a todos”, dicen en Balcarce 50.
La decisión del Presidente de continuar con la medida restrictiva y solo ampliarla de acuerdo con un esquema gradual fue acompañada por la ministra de Salud, Carla Vizzotti. Por esto, según el cronograma oficial la semana del 10 al 16 de julio habrá 5.200 plazas disponibles (743 por día), 6.300 para la semana del 17 al 23 (900 por día) y 7 mil para las semanas del 24 al 30 de este mes y del 31 de julio al 6 de agosto (mil por día). Además, se permitirá el ingreso desde Uruguay de dos buques de pasajeros semanales, con aforo de hasta el 50 por ciento.
Estos números están lejos de llegar a los 2 mil viajantes diarios que podían llegar semanas atrás pero en el Gobierno aseguran que si los casos de coronavirus siguen en baja, las siguientes semanas continuarán las liberaciones. Este cronograma gradual podría sufrir un revés en caso de que la tercera ola finalmente llegue al país.
La resolución también repetirá la decisión que establece que quienes regresen desde el exterior estarán obligados a aislarse en los lugares que determinen los gobiernos provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires durante diez días.
“Quienes resulten positivos, al ingreso al país deberán realizar otro testeo de secuenciación genómica y, junto con sus contactos estrechos, cumplir aislamiento en los lugares que indiquen las autoridades nacionales”, dice la norma. En el caso de pasajeros con domicilio en el territorio bonaerense, no importará el resultado del análisis ya que todos deberán aislarse en hoteles a cargo del pasajero.
“Se controlará que quienes regresaron de viaje estén cumpliendo el aislamiento en sus domicilios y se radicarán denuncias penales en caso de verificarse el incumplimiento del aislamiento, de acuerdo con los artículos 205 y 239 del Código Penal, por violación a medidas contra epidemias y desobediencia a autoridad pública. Esos códigos contemplan sanciones con prisión de seis meses a dos años y con prisión de 15 días a un año, respectivamente”, detallaron desde Casa Rosada.
El nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia que regirá hasta el 6 de agosto también prorrogará la suspensión de vuelos provenientes de Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Chile, Brasil, India y países africanos.
En tanto, las fronteras terrestres continuarán cerradas y seguirá la prohibición del ingreso por turismo a todo aquel que no sea argentino.
Restricciones internas
El Gobierno también prorrogará el DNU por el cual se establecen limitaciones dentro del territorio argentino dividido por un sistema de fases.
Así, seguirá rigiendo el semáforo epidemiológico que establece zonas de alerta, alto, medio y bajo riesgo. Según las últimas actualizaciones del Ministerio de Salud, solo 14 distritos del país se mantienen en la zona de alarma para la que se prevén las mayores restricciones.
Con la baja de casos de coronavirus que este viernes llegó a 14.518 contagios , el Gobierno planeaba liberar algunas actividades sociales y los aforos permitidos para distintas actividades.
Esta semana, el Gobierno de la Ciudad se adelantó a algunos cambios que abarcan hoteles, oficinas, reuniones sociales y estaciones de subte.
El nuevo decreto regirá por cuatro semanas. Se trata de la misma letra que se envió al Congreso y que aún sigue sin aprobarse. Esta se trata de la segunda prórroga que debe hacer el Presidente ya que no puede contar con la “ley pandemia” con la que planificaba gestionar las próximas semanas.