POLITICA
Pacto de gobernabilidad

El Gobierno avanza en un acuerdo por la Corte y los holdouts

La negociación es en simultáneo con los gobernadores y los senadores del PJ. Por ahora, no tienen el número para aprobar leyes.

Miercoles. Rogelio Frigerio y Marcos Peña recibieron a once gobernadores y dos vices. Hubo progresos, pero la negociación seguirá.
| Cedoc Perfil

El “acuerdo de gobernabilidad” que están tejiendo desde el Poder Ejecutivo con un sector del peronismo sigue avanzando e incluye, en un primer paquete, la aprobación de los nuevos jueces de la Corte Suprema y una serie de leyes económicas, con la negociación con los fondos buitre en el centro de la escena. La reunión de esta semana en Casa Rosada con más de una decena de gobernadores permitió progresos en esa negociación, pero todavía el poroteo de votos no le permite al Gobierno concretar el acuerdo.

Mientras tanto, el oficialismo seguirá negociando con los senadores de la oposición y dialogando con los gobernadores del PJ para la aprobación de esas leyes. El presidente, Mauricio Macri, considera vital que los dos jueces que él eligió para la Corte Suprema obtengan el acuerdo del Senado. Busca también suspender la legislación sancionada a pedido de Cristina Kirchner que le dificulta un entendimiento con los fondos buitreIncluirá en la lista, además, la suba del mínimo no imponible para el pago del impuesto a las ganancias y una ley para el desarrollo del empleo privado, parte de lo que en el Gobierno anuncian como el “paquete económico”.

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El diálogo lo lleva adelante el ala política del macrismo, integrada por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; su segundo, Sebastián García de Luca; el titular de Diputados, Emilio Monzó; y el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo. Del otro lado, el que aglutina la voz de la bancada del PJ es el rionegrino Miguel Angel Pichetto, que salió fortalecido de su pelea con La Cámpora.

A contar votos. El jueves, Pinedo recibió en su despacho a Pichetto. El objetivo era hacer un balance de la reunión de los gobernadores y sus repercusiones puertas adentro del Senado. El número mágico en la Cámara alta es 37. Permite tener quórum para arrancar las sesiones y aprobar algunas leyes con mayorías especiales.

Cambiemos cuenta como propios entre 15 y 17 senadores. Y confía en que podrá contar –por lo menos para el quórum– con entre ocho y diez peronistas no kirchneristas. Las matemáticas le indican al oficialismo que necesita entre diez o doce legisladores del Frente para la Victoria (o aliados) para llegar a 37.

Más allá de la buena voluntad que mostraron Pichetto y los salteños que responden al gobernador Juan Urtubey, entre otros, ese número todavía no está garantizado. Por eso, Pinedo y Pichetto aspiran a lograr acercar posiciones en febrero, cuando empiezan a calentarse los motores parlamentarios.

De prosperar, hay quienes incluso no descartan que para la segunda mitad del mes Macri convoque a sesiones extraordinarias para aprobar los pliegos de la Corte, de embajadores y ascensos de militares.
Dentro del paquete de leyes, la más emblemática es la que busca suspender la ley cerrojo promovida por el kirchnerismo para endurecer un acuerdo con los holdouts. En Balcarce 50 consideran que es factible que los mismos senadores que votaron esas leyes ahora aprueben su suspensión. “Los gobernadores piensan que se debe llegar a un acuerdo con los fondos buitre para poder acceder a los mercados de crédito y conseguir el dinero para hacer obras”, explicó un funcionario de alto rango a PERFIL.

Pero los mandatarios presionan por la coparticipación. Sobre todo, después del aumento de recursos para la Ciudad de Buenos Aires. En la Rosada no planean solucionarlo con una nueva ley, para la que tendrían que estar de acuerdo los 24 distritos, sino federalizando la recaudación.
Del lado de los senadores peronistas el ánimo es conciliador. El propio Pichetto dijo que acuerda en que haya gobernabilidad. Y otro le confió a este diario que en la medida que el arreglo con los buitres no sea una “claudicación”, lo más probable es que la suspensión de las leyes sea votada por la mayoría de ellos.

En cuanto a la Corte Suprema, el peronismo busca una ampliación, pero la Rosada aún no da el brazo a torcer. El ministro de Justicia, Germán Garavano, dijo que por ahora la idea es mantener el número actual. El Gobierno impulsó los pliegos de Horacio Rosatti y Carlos Rozenkrantz, que en principio no son objetados por el peronismo. Sería inminente que el Presidente envíe sus pliegos al Senado, donde se necesitan dos tercios de los presentes para aprobarlos.