POLITICA
crisis por la fuga de general alvear

El Gobierno creyó durante casi cinco horas que tenía a los tres prófugos

Lograron capturar a Martín Lanatta pero la falsa detención de su hermano y de Schillaci empañó el único éxito en 13 días de búsqueda. Tensión en las fuerzas de seguridad.

Martín Lanatta. Era buscado desde hacía dos semanas. Ayer, en la comisaría de Cayastá, tras volcar la camioneta en la que se movía.
| Cedoc

La búsqueda de los prófugos del triple crimen de General Rodríguez volvió a convertirse por quinta vez en los últimos 13 días en una parodia de la gobernabilidad, ya no sólo para el gobierno de la provincia de Buenos Aires sino del gobierno nacional y la provincia de Santa Fe.

Antes de las 16 horas de ayer, la Justicia Federal comenzó a instrumentar el traslado de los hermanos Martín y Cristian Lanatta y de Víctor Schillaci desde Cayastá, en la provincia de Santa Fe, hasta los tribunales federales de Retiro, en la Capital Federal. Desde mediados de la mañana, el país entero se había enterado de la caída de los tres hombres más buscados. El raid llegaba a su fin.

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El Juzgado Federal Nº 12, a cargo de Sergio Torres, esperaba a los detenidos para comunicarles la acusación en su contra y trasladarlos a un penal del Servicio Penitenciario Federal. Alrededor de las 11 de la mañana, el Ministerio de Seguridad de la Nación que comanda Patricia Bullrich le había informado al juzgado que la Policía de Santa Fe había capturado primero a Martín Lanatta y luego a su hermano y a Schillaci. Los fugados del penal de General Alvear habían caído gracias a un accidente. Iban en una camioneta blanca con el ploteado oficial de la Gendarmería Nacional y volcaron en Cayastá. Martín Lanatta quedó herido de un golpe en el rostro y más tarde se supo que tres cabos de la Policía de Santa Fe que iban a pie por un camino rural lo visualizaron, lo interrogaron y lo detuvieron. El prófugo estaba caminando y no se resistió, según el jefe de la policía provincial, Rafael Grau.

El gobierno nacional comunicó rápidamente que los otros dos prófugos habían caído. Incluso algunos periodistas relataron que hubo un tiroteo y dieron detalles de la segunda caída.

Alrededor de las 15.30, el juzgado insistió con los preparativos para el traslado. El jefe del operativo de la Gendarmería comunicó otra realidad. Estaba en la comisaría de Cayastá y sólo tenían un detenido: Martín Lanatta. Al juez le habían dicho hacía cinco horas que los tres estaban detenidos en Santa Fe. Así se lo había informado el Ministerio de Seguridad.
Cundió el caos. De repente, nadie podía explicar qué había pasado con los otros dos prófugos; dónde estuvieron entre las 11 y las 16 y dónde están; si fueron realmente detenidos, se volvieron a escapar y ahora las autoridades tratan de tapar otra fuga; o si las fuerzas federales negociaban con la policía de Santa Fe llevarse el crédito de las últimas dos detenciones. ¿Durante esas cinco horas en las que todos los creían capturados, alguien seguía buscando a Cristian Lanatta y Schillaci y tuvieron una ventaja extra para seguir escapando?

Las fuerzas federales necesitan retomar el control. Los jefes del operativo de Gendarmería habían estado alojados a tres cuadras de la casa del ingeniero secuestrado en el centro de Santa Fe. Los tenían a tres cuadras. y se les escaparon por segunda vez en 24 horas. El jueves por la mañana ya los habían perdido en San Carlos.

El único caído fue trasladado ayer a los tribunales de Retiro. Allí el juzgado de Torres confirmó su identidad, le informó de lo que se lo acusa en esta jurisdicción, en la provincia de Buenos Aires y en Santa Fe. Lanatta fue trasladado al penal de Ezeiza.
Al cierre de esta edición, continuaba la búsqueda vía tierra y agua para dar con Schillaci y Cristian Lanatta.