El gobierno nacional mantuvo hoy un hermético silencio respecto a los graves incidentes que protagonizó el ex funcionario kirchnerista Daniel Varizat al atropellar a 19 manifestantes opositores mientras se desarrollaba un acto del presidente Néstor Kirchner y su esposa y candidata, Cristina Fernández, en Río Gallegos.
El Gobierno decidió "no hablar" frente a lo que considera "un tema policial", que el oficialismo atribuyó a "un grupo de manifestantes acostumbrados a armar incidentes" en la provincia del Presidente, señalaron a DyN fuentes de la administración nacional.
En tanto, el primer mandatario y su esposa, acompañados entre otros, por el jefe de Gabinete,Alberto Fernández, se trasladaran esta tarde a la localidad de El Calafate, donde pasarán el fin de semana largo. Fuentes del oficialismo no descartaron que el incidente con Varizat haya sido "armado para empañar lo que fue una fiesta", en referencia al acto realizado anoche que sirvió de lanzamiento de la candidatura presidencial de Cristina y significó el retorno del Presidente a su ciudad natal, después de cinco meses de ausencia, en medio de una crisis política y social que generó el cambio de gobierno local.
En tanto, desde el oficialismo aclararon que el discurso de Cristina en el acto que contó con la presencia de "unas 13 mil personas", al hablar de "violencia" en la provincia del presidente, no se refería a lo que en ese mismo instante estaba sucediendo con Varizat y los manifestantes de ATE a pocas cuadras del lugar.
"Se refirió a hechos de violencia anteriores", aclararon las fuentes, que mencionaron por ejemplo las sucesivas marchas de estatales, el incendio de empresas pesqueras que terminaron con fuerte represión policial y la instalación de Gendarmería nacional para controlar la situación en los últimos meses en la provincia.
En realidad, dicen que "ni el presidente ni Cristina tenían conocimiento de lo que estaba sucediendo afuera" del polideportivo Boxing Club donde se realizó el acto, y que "se enteraron después que terminó, cuando alguien les contó lo que pasó con Varizat".
Mientras las organizaciones gremiales volvieron a realizar hoy una marcha frente a la gobernación y protagonizaron incidentes rompiendo vidrios del edificio estatal, Kirchner y su esposa permanecían recluidos a pocas cuadras, en su casa de Río Gallegos, custodiada por unos 200 efectivos de Gendarmería. En medio de un sigiloso operativo, el matrimonio presidencial se trasladó por la tarde a su casa de El Calafate.
Fuente: Dyn