POLITICA

El gobierno de Mauricio Macri perdió un funcionario cada 24 días

Antes de la llegada de Bullrich a Educación reemplazando a Posse, ya se habían ido treinta miembros del equipo PRO. Avanzada del ala política sobre la gerencial.

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| DyN

La designación de Esteban Bullrich como ministro de Educación porteño no es más que la última de una larga cadena de decisiones que, parecería, se toman sin demasiada previsión.

Por eso, durante varios días, uno de los ministerios más importantes de la Ciudad funcionará sin ministro, casi acéfalo. Hasta que Bullrich no termine de negociar su licencia como diputado, trámite que dura varios días, no podrá asumir en sus funciones en el Ejecutivo. Y Abel Posse, el saliente y polémico ministro, ya hizo las valijas.

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Su repentina renuncia a once días de haber asumido no es más que el reflejo de una matriz que se repite en cada uno de los rincones de la gestión PRO: el ensayo sobre la marcha. Lógica que se evidencia en la cantidad de funcionarios que abandonaron o fueron apartados de sus cargos en los dos primeros años de gestión macrista. En 24 meses de gobierno, desde el 10 de diciembre de 2007 hasta hace dos jueves, Macri cambió al menos treinta funcionarios de peso en diversas áreas de gobierno. El resultado es casi récord para la política porteña: cada 24,3 días se dejó sin funciones a algún subsecretario, director general, encargado de área y hasta varios ministros. Alguna vez un funcionario le confesó a PERFIL que Macri solía repetir en las reuniones de gabinete que él quería que su gestión se viera laboriosa –muy laboriosa– más que eficaz. Por eso, los instaba a que tomaran decisiones todo el tiempo, que pusieran a sus equipos técnicos a escupir ideas, a pesar de que los resultados no fueran necesariamente los mejores. “Ustedes aprueban con cuatro, es decir, de cada diez medidas que tomen, se pueden equivocar en seis”, les repetía el jefe de Gobierno a sus ministros, como Jesús a sus discípulos. Y ellos, claro, predicaron con ese mensaje.

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