Aníbal Fernández y Jorge Capitanich salieron en defensa de la presidenta Cristina Fernández ante la posible imputación que el fiscal Gerardo Pollicita, reemplazante de Alberto Nisman en la causa por el posible encubrimiento en la AMIA.
"No tiene ningún valor jurídico ser imputado. Acá pareciera que decir imputado es como que ya está semicondenado. No tiene nada que ver, no tiene ninguna importancia", subrayó el secretario General de la Presidencia. La repercusión "que genera sí tiene mucha importancia, eso es lo que cuestiono del fiscal, severamente, porque es una clara maniobra de desestabilización antidemocrática", añadió Fernández.
Además, Fernández se mostró preocupado por la marcha del #18F , de la que dijo que algunos de los convocantes son "narcos", "antisemitas" y "fiscales que hicieron lo imposible para que la causa (por el atentado a la AMIA) se frenara y no prosperara nunca".
En la misma línea, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich aseveró que el Gobierno enfrenta "la operación más voluminosa de golpismo judicial activo que conozca la historia argentina". Para él, la posible imputación de la presidenta es "una vulgar mentira", "una enorme operación de prensa" y "una estrategia de desestabilización política".
El funcionario también hizo referencia a la marcha convocada por los fiscales y remarcó que "no hay que mezclar la Biblia con el calefón" porque entre los que dijeron que concurrirán a la manifestación están "aquellos que dicen y justifican el robo de bebés durante la dictadura o son abogados de reconocidos narcotraficantes".