POLITICA
Inseguridad bonaerense

El Gobierno habló de mafias y desestabilización

El homicidio de tres agentes bonaerenses apuró al propio Presidente a hablar de un "ajuste de cuentas". Solá y Arslanián se reunieron pero no emitieron opinión y la cúpula de la fuerza se hizo cargo del brutal asesinato. Galería de fotos

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| Telam
La plana mayor de la Policía Bonaerense –con la ausencia del gobernador Felipe Solá y del ministro de Seguridad, León Arslanián– aseguró que en el brutal asesinato de tres policías en la ciudad La Plata“no existen internas en la fuerza” y afectaron a todos los oficiales a la investigación del crimen. 

En un primer momento, los jefes policiales –entre los que se encontraba el superintendente de la Bonaerense, Daniel Rago, y el director de Investigaciones, Hugo Matzkin– agradecieron el apoyo del presidente Néstor Kirchner, del gobernador Felipe Solá y del ministro de Serguridad, León Arslanián, y ratificaron que “es un hecho que nos llama la atención porque es muy sangriento”.

En ese sentido, Matzkin afirmó que “toda la fuerza policial está dispuesta, firme y de pie para esclarecer este hecho”, al que calificó de “aberrante”.

Los superintendentes remarcaron que “toda la familia policial se encuentra conmovida, la fuerza policial está trabajando en todos los distritos y esperan el pronto esclarecimiento de este hecho. La sorpresa que nos dio nos lleva a no dejar de lado ninguna hipótesis, toda la fuerza policial está puesta a disposición con el fin de esclarecerlo”.

Aunque adelantaron que no darían demasiado detalles porque la investigación está aún en marcha y hay secreto de sumario, los comisarios aseguraron que “ no existen internas en la fuerza, nosotros trabajamos para la ciudadanía. Nuestra esencia es como servidores públicos, no hacemos internas nosotros”.

“No tenemos mucho para contar porque hay secreto en la causa y esperamos su esclarecimiento. Sería muy poco serio darle prioridad a alguna hipótesis en esta etapa de la investigación. Además porque en estos momentos se están haciendo las autopsias de los policías y los familiares ni siquiera recibieron el cuerpo”.

Madrugada sangrienta
. Los tres policías fueron hallados muertos a balazos en el interior de la planta transmisora de la Superintendencia de Comunicaciones del Ministerio de Seguridad bonaerense, en las afueras de la ciudad de La Plata. El ataque habría sido perpetrado por un grupo comando que habría llegado caminando y huyó a bordo de una camioneta policial que fue encontrada abandonada en los alrededores. 

Un joven menor de edad que vive cerca de la planta habría escuchado los disparos, pero aparentemente, se negaba a declarar por miedo a represalias. Finalmente, los investigadores lo convencieron para declare y fue trasladado a una dependencia policial.

Por las características del hecho, los investigadores descartan que se trate de un simple robo. Entre las hipótesis se estudia si podría tratarse de un ajuste de cuentas y un "crimen mafioso" aunque también se buscan connotaciones políticas en los asesinatos.

En diálogo con perfil.com, voceros del Ministerio de Seguridad bonaerense descartaron que el hecho, que se suma al asesinato de un ex comisario de la Federal cometido en Banfield, sea un "atentado" contra el titular de la cartera, León Arslanián.

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Sólo tres días atrás, también el diputado nacional y candidato a renovar su banca por el Frente para la Victoria, José María Díaz Bancalari , denunció que su automóvil familiar fue baleado en la localidad bonaerense de San Nicolás en un hecho que calificó de "intimidatorio".

Hallazgo macabro. Los cadáveres fueron descubiertos por la mañana por otro policía que llegaba al lugar para relevar a los efectivos que cumplían funciones en la Superintendencia de Comunicaciones del Ministerio de Seguridad bonaerense, indicó la agencia Télam.

Los efectivos asesinados fueron identificados como el sargento Pedro Germán Díaz, de 45 años, y los oficiales Ricardo Torres Barbosa, de 26, y Alejandro Rubén Vatalaro, de 27, quienes trabajaban como custodios de esa planta, en la cual se concentran todos los equipos de comunicaciones y antenas de la fuerza.

De acuerdo a la agencia DyN, los asesinatos "de corte mafioso" fueron perpetrados por un grupo comando de entre 5 y 7 personas.

Los informes prliminares de las autopsias indicaron que ninguno de los oficiales más jóvenes tenía signos de haberse defendido. Ambos, además, recibieron un tiro en la cabeza y diez puñaladas en distintas partes del cuerpo.

En cuanto al sargento Díaz, habría muerto como consecuencia de cuatro balazos en la espalda. En su caso, el oficial habría intentado escapar pero terminó tirado a pocos metros de la casa donde montaba guardia.

Según una fuente policial, el sargento estaba descansando en otra habitación contigua y, al escuchar los disparos, salió corriendo e intentó escapar por los fondos del predio.

Los investigadores estimaron que el crimen ocurrió a las 2 de la madrugada, determinaron que para asesinarlos se usaron armas calibre 9 milímetros y que en total fueron robadas cuatro armas: las pistolas reglamentarias de las oficiales, una escopeta, una ametralladora y los chalecos antibalas que estaban en el patrullero.

La camioneta policial, con patente CAS 031, más tarde fue encontrada en en calle 145 entre 45 y 46 en el barrio platense de San Carlos, a cinco kilómetros de la planta de acuerdo a la agencia platense Infocielo. Los pesquisas analizan ese patrullero en busca de huellas dactilares y otros rastros.

El lugar donde fueron asesinados los tres efectivos es una planta transmisora en la cual se encuentran los equipos de comunicación utilizados por la fuerza. Está ubicada en una zona descampada, en las inmediaciones del aeropuerto platense, al sur de la capital provincial.

La Policía montó un gran operativo del que participan 100 efectivos para dar con los autores del triple crimen. 

Durante la gestión del actual ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanián, al menos 1.600 policías fueron exonerados y separados de su cargo al verse involucrados en casos de corrupción, encubrimientos y apremios ilegales.