El gobierno argentino evitó hasta ayer realizar algún comentario sobre la publicación de información, a pesar de que suele presentar una rápida respuesta ante el anuncio de cualquier información referida a las acciones diplomáticas o militares del Reino Unido para mantener su control del archipiélago. Más aún, la noticia no obtuvo eco la agencia oficial Télam, que frecuentemente cubre todas las informaciones referidas a la filtración de documentos por parte de Edward Snowden. Tampoco hubo, por el momento, ninguna reacción de la Cancillería.
Sin hacer referencia a la información sobre espionaje, la Presidenta, Cristina Kirchner, presidió el jueves una ceremonia en conmemoración de un nuevo aniversario del conflicto bélico en las islas. Anticipó allí que se van a “desclasificar todos los archivos de la Guerra de las Malvinas” y la creación de un “archivo oral” de las memorias del conflicto durante el acto realizado en Ushuaia.
Quienes sí decidieron dar una pronta respuesta fueron los hackers favorables a la posición argentina, que intervinieron la web de Radio Malvinas, la del Comité de Cuentas Públicas y la página del gobierno isleño. En lugar de su contenido habitual, pusieron un video con el himno argentino. Mientras duró el ataque, las páginas mostraron inscripciones en blanco y en rojo que indicaban “Hackeado por Liberto” y “transmisión interrumpida” –en inglés–, y la leyenda en español “#LasMalvinasSonArgentinas”. Desde su cuenta de Twitter, un supuesto activista del colectivo Anonymus que usa el pseudónimo “Liberto” se atribuyó la acción, conocida en la jerga como “defacement”, una acción que altera el contenido de la página pero no necesariamente permite acceder al contenido reservado que se encuentre alojado en los servidores atacados.