El Gobierno evitó hoy confrontar con la Iglesia por el duro informe que emitió con denuncias de una "despenalización de hecho" de las drogas en las villas, pero aclaró que no busca liberalizar el consumo de esas sustancias. "No estamos a favor de la despenalización de la droga, lo que estamos proponiendo es no criminalizar al adicto", aclaró el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, impulsor de un proyecto de reforma integral de la actual ley de drogas.
En una entrevista radial, el funcionario trató de no confrontar con el trabajo que presentó ayer el equipo para las villas de emergencia de la arquidiócesis de Buenos Aires, pero marcó diferencias con las manifestaciones realizadas por los sacerdotes. "Nuestra vocación no colisiona con el pensamiento de los curas, es exactamente el mismo", afirmó el ministro de Justicia, quien convocó a una comisión de expertos, juristas y profesionales multidisciplinarios para elaborar un proyecto de reforma del actual marco normativo.
De todos modos, el funcionario advirtió que la problemática de las drogas "no es un tema de la justicia penal ni del Código Penal, es del Código Civil. En casos complicados, un juez civil puede dar la orden de tratamiento".
Aníbal Fernández puso como ejemplo el caso del músico Charly García, quien está bajo un tratamiento de recuperación de las adicciones y que, la semana pasada, reapareció en público frente a la Basílica de Luján, tras casi un año de no tocar por la estricta terapia que lleva adelante, en compañía de su amigo Ramón "Palito" Ortega.
El ministro destacó que, en el caso de García, "la justicia civil es la que da la orden que tenga que trabajarse, pero el tratamiento que le están aplicando a Charly cuesta muchísima plata".
"El pobrerío nuestro, los pibes nuestros de las villas que los curas dicen defender, no tendrían esa posibilidad si el Estado no es el que se mete a defenderlos", manifestó el ministro.
Las declaraciones del funcionario del Gobierno surgieron a raíz de que el Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia denunciara ayer que la droga "está instalada con fuerza" en los asentamientos de la Ciudad y que allí el consumo "está despenalizado de hecho", sin que las autoridades hagan nada por adolescentes y jóvenes que tienen "veneno en sus manos", por el paco.
Aníbal Fernández aclaró que "no" respondería a las críticas de la Iglesia, porque "sino parecería una impertinencia o una bravuconada, cosa que estoy muy lejos de pretender", aunque aclaró que "uno puede aportar para el debate".
Fuente: DyN