El gobierno de la Ciudad reafirmó hoy su intención de no soltarle la mano al jefe suspendido de la policía porteña, José Pedro Potocar, que se encuentra detenido por una investigación por el presunto cobro de dinero para ofrecer protección a comerciantes del barrio de Núñez.
En la Legislatura porteña, el secretario de Seguridad, Marcelo D’Alessandro, respaldó dicha postura y ratificó que “no se nombrará un nuevo jefe policial hasta que no quede definida la cuestión legal de Potocar”. Mientras tanto, D’Alessandro, que ya es el jefe político de la fuerza, será la autoridad máxima.
Lo cierto es que en el Ejecutivo ya dan por sentado que será difícil reincorporar al jefe suspendido, por lo que incluso deslizaron que se buscará uno nuevo, dentro de la misma fuerza, una vez que se esclarezca la situación de Potocar. Mientras tanto, evaluarán cómo funciona la fuerza con un civil al frente.
“Nosotros no tenemos dudas de su inocencia, pero es complicado desde el punto de vista político”, explicaron calificadas fuentes gubernamentales.Además, D’Alessandro remarcó que “todo policía responsable de un caso de corrupción va preso y el policía que comete delito se va”.
Durante su exposición, diferentes legisladores de la oposición cargaron contra el gobierno por la detención del jefe policial. El vicepresidente tercero de la Legislatura y titular del bloque del Partido Socialista, Roy Cortina, se enfocó en el error de la gestión porteña de subestimar la magnitud de los problemas de corrupción arrastrados durante años por la fuerza federal traspasada y sostenidos por el gobierno kirchnerista. “Con esos antecedentes, fue una equivocación poner a un efectivo con trayectoria en la Federal a cargo de la Policía de la Ciudad y, encima, saltear el procedimiento legal para someter su candidatura a las observaciones de la ciudadanía”, sostuvo el legislador socialista.
A su turno, el peronista Gabriel Fuks insistió en un primer aspecto sobre el error político de la asignación de Potocar. “Su nombramiento es el resultado de negociaciones corporativas que, por presiones dentro de la fuerza, lograron proponer a un efectivo de la Federal, más allá de lo que se había anunciado de designar a un civil para el cargo de jefe de la Policía”, dijo.
Todo ello mientras desde el oficialismo les recordaban que ningún legislador impugnó el nombramiento de Potocar al frente de la fuerza.
Por su parte, el legislador Gustavo Vera, de Bien Común, solicitó las declaraciones juradas de los efectivos policiales, debido a que impulsó una denuncia por enriquecimiento ilícito contra el ministro de Justicia y Seguridad, Martín Ocampo.