Veterano de mil batallas sindicales, en las que hay que ser duro en serio, la mochila de Juan Pablo "Pata" Medina sabe mucho de la ley del más fuerte. No solo a golpes, se lo recuerda incluso en medio de aquella balacera en la quinta de San Vicente, cuando llevaron los restos de Perón en 2006, película de acción a la que se pueden sumar los testimonios de empresarios y opositores que lo sufrieron en la UOCRA platense, ámbito que dominó con "caja de hierro" hasta su forzada mudanza al pabellón C de la Cárcel de Ezeiza.
Fabían De Sousa tenía la ventaja de ser unos cuantos años más jóven en la pelea que protagonizó con Medina en ese sector penal que alberga a muchos de los personajes detenidos por corrupción en los últimos años, incluso a algunos vinculados con el narcotráfico, pero su ojo morado y su cara dejaron en claro que no la pasó nada bien en ese "kickboxing" tumbero.
"El Pata es un cabrón, no lo aguanta nadie", deslizó alguien que conoce la rutina pesada, casi asfixiante, de hombres que pasaron de los lujos de millonarios a compartir barrotes y papel higiénico en Ezeiza. Furioso porque le soltaron la mano, cuentan que Medina suele ironizar ante cada desventura del elenco kirchnerista, comentarios que a tono con el auditorio generan escasa simpatía. Y esa caldera estalló cuando De Sousa le recriminó al "Pata" que festejara los allanamientos que se estaban haciendo en el edificio de la calle Uruguay y Juncal donde vive Cristina Kirchner, en departamentos cuya propiedad se atribuye a Osvaldo De Sousa, el hermano del ex socio de Cristóbal López.
Núñez Carmona evitó que la batahola fuera más grave, ligando incluso algún golpe en su cruzada de paz, pero lo cierto es que si Medina y De Sousa siguen cruzándose a diario, la situación arriesga en breve a un segundo round.
Obviamente el candidato a la mudanza es Medina, a tono con el numeroso grupo K que habita ese sector de la Unidad Residencial VI, donde se aplica el IRIC (Intervención para la Reducción del Indice de Corruptibilidad), eufemismo al que se apeló para que los acusados de corrupción de nivel ABC1 no fueran a parar a calabozos comunes. Justamente en los "pabellones comunes" rige la ley del más fuerte, como la de aquellos escarceos de Medina con sus opositores del áspero sindicalismo extra Ezeiza. Para salir del paso al "Pata" lo alojaron en la enfermería, sacándolo del fragor del Pabellón C. Alberto Santa Marina, juez federal de Lomas de Zamora, definirá si Medina vuelve al Pabellón C o tiene que armar la valija, en busca de vecinos menos kirchneristas.
