El apellido Granados supo cosechar gran cantidad de votos para el kirchnerismo. Así, el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, se ganó la confianza y las recompensas del Gobierno, y es por ello que el pase al massismo de su hermana, la senadora provincial Leonor Granados, se convirtió es uno de los saltos que más enojo generaron en las filas oficialistas.
Las molestias fueron trasladadas por la propia presidenta Cristina Kirchner, quien llamó al intendente y le reprochó la movida política de Leonor. Horas después, cuando la foto de Sergio Massa y la senadora ya se había hecho pública, el jefe comunal se comunicó con el marido de su hermana para que considerara la decisión y regrese al bloque del Frente para la Victoria.
— ¿La decisión de pasarse al Frente Renovador fue consensuada con su hermano?
—Fue una decisión personal. Yo quiero trabajar en política para solucionarle los problemas a la gente y encontré un dirigente con quien hacerlo. En esto no tuvo nada que ver la familia.
— Los intendentes acostumbran jugar a dos puntas. ¿La Presidenta puede sospechar que sea una jugada?
— Si la Presidenta no les cree a Alejandro y a Dulce (Granados, la mujer del intendente y diputada nacional), no es por la decisión que tomé; es porque tendrá sus razones para no creerles. Habría que preguntarles a ellos qué hicieron para que la Presidenta no les crea. No les cree por su pasado.
—¿Habló con su hermano?
—No. Intentó que cambiara de parecer porque habló por teléfono con mi marido, y la respuesta fue rotunda. Yo tomé esta decisión y ya está.
—Algunas de las críticas por su pase surgieron de la presidenta del bloque K de la Legislatura bonaerense, Cristina Fioramonti, quien la cuestionó porque, cuando juró como senadora, juró por Néstor Kirchner.
—Todos juramos por Néstor porque éramos del bloque oficialista. Pero cuando uno llega al bloque ve la falta de conducción, diálogo y contención. El problema no es Leonor Granados, es un problema de conducción del bloque porque ya se fueron ocho senadores.
—Su cuñada y diputada, Dulce, al otro día de su salto presentó un proyecto para multar a los “traidores” con un millón de pesos...
—Dulce cree que cualquier persona tiene un millón de pesos. En mi vida tuve un millón de pesos. Las cosas hay que tomarlas como de quien viene. Una diputada nacional que está en campaña debería explicar como mínimo qué propuestas tiene, para qué va a trabajar de acá en adelante, para qué quiere su reelección. Dulce es diputada desde 1991 y no se le conoce un proyecto, ¿entonces para qué quiere ser diputada? Que hable de lo que vive la gente en Ezeiza: hay barrios enteros que no tienen gas. Yo me quedo con esa gente. Estos delirios le hacen mal a la política.
—¿Puede estar afectada la gobernabilidad de Scioli?
—No creo. Pero no podemos desmentir que desde hace dos años se vienen presentando pedidos de informes de todo tipo. Hasta hace unos meses, bienvenido era todo tipo de problema y de preguntas sobre la gestión de Scioli, y ahora el kirchnerismo dice que Scioli es rubio y de ojos verdes.
