Tres proyectos distintos, dos del oficialismo y uno de la izquierda, fueron presentados ante el Congreso de la Nación para permitir que jóvenes de 16 a 18 años tengan la posibilidad de votar en elecciones.
La primera iniciativa fue introducida el 14 de marzo pasado con la firma de Jorge Yoma, Diana Conti y Pablo Kosiner, todos del Frente para la Victoria. Su proyecto propone reemplazar el artículo 1 del Código Electoral -ley 19.945- y para considerar como electores nacionales a "los ciudadanos de ambos sexos, nativos, por opción y naturalizados, desde los dieciséis años cumplidos de edad, que no tengan ninguna de las inhabilitaciones previstas en esta ley". También introduce una excepción a la obligatoriedad del voto, para que sea voluntario en el caso de los menores de 18 años.
El segundo proyecto de ley ingreso por Mesa de Entradas de la Cámara de Diputados un día después, el 15 de marzo, con la firma de la sanjuanina Graciela Caselles, también kirchnerista. El texto esencialmente propone, al igual que el anterior, el voto optativo para los mayores de 16 y menores de 18. Dicho proyecto también establece una modificación del artículo 25 del Código Electoral para que el juez electoral del distrito pueda requerir la colaboración del Ministerio del Interior para la impresión de las listas provisionales con las personas que cumplan 16 años de edad hasta el mismo día del comicio.
Un proyecto similar a ambos había sido presentado en 2010 por Claudio Lozano junto a otros diputados de Proyecto Sur y Libres del Sur, que proponía el voto a partir de los 16 años. Además, un año antes, había propuesto que en los padrones electorales se incluya la condición de "ausente por desaparición forzada".
Al no ser tratado en comisiones, ambos proyectos perdieron estado parlamentario, por lo cual, transcurridos dos años, Lozano volvió a introducirlos con el respaldo de los diputados Víctor De Gennaro, Liliana Parada, Antonio Riestra (Unidad Popular), Victoria Donda (Libres del Sur) y Gerardo Milman (GEN).
"Es contradictorio establecer que los jóvenes pueden asumir como adultos su eventual responsabilidad por actos delictivos, sin considerar también que tengan el derecho a expresarse e involucrarse como ciudadanos en la construcción de propuestas políticas que los contemplen. Más aún, involucrar a los jóvenes en la discusión política, comprometería a los partidos políticos a escuchar sus voces y mejorar sus propuestas para con ellos, lo cual podría redundar incluso en disminuir el índice de participación de los jóvenes en hechos delictivos", argumentó el diputado.
Por su parte, el gobernador bonaerense Daniel Scioli calificó como "muy interesante" el proyecto del kirchnerismo y sostuvo que Argentina vive "una democracia intensa y cuanto más se abren canales de participación, mejor".
"Los jóvenes tienen que opinar y decidir y hacerse responsables sobre su propio futuro. La democracia es eso, es elegir, participar y en Argentina vivimos en una democracia con más participación, con más intensidad en cuanto a los debates que se van dando, como ha ocurrido ya en otros países", expresó el mandatario en un comunicado.
"Es sorprendente ver a los jóvenes comparados con otras épocas, cuando uno ve todo lo que hace a sus inquietudes, conversaciones a la evolución inclusive de lo que hace a distintos lugares de opinión, a la vocación política. Si hay algo que hemos recuperado, que enaltece a nuestra democracia en los últimos años, es la política, es decir, hoy vivimos un país con mucha intensidad política y esto es muy bueno, entonces, como toda democracia uno va readecuando su funcionamiento de acuerdo a las nuevas realidades", concluyó Scioli.
Las propuestas llegan en medio de la discusión entre macrismo y kirchnerismo por la participación de La Cámpora en escuelas y la creación de un 0800 para denunciarla. En la Ciudad de Buenos Aires, además, el macrismo se enredó en una pelea con los docentes que llevaron la política a las aulas.