Como todos los fines de año, en el Congreso Nacional hay una gran batería de proyectos de ley que no han sido tratados, pero que el Gobierno reclama aprobar en tiempo récord, sin debate si es posible. Sin embargo, 2008 podría ser la excepción ya que un diputado radical por Jujuy, Miguel Ángel Giubergia, presentó un proyecto para extender las sesiones ordinarias del Congreso hasta el 28 de diciembre.
Sólo restan 8 días hábiles de trabajo y en el tintero de la Cámara Baja están pendientes 54 proyectos de ley, 280 proyectos de resolución y 162 proyectos de declaración. En esas dos semanas, el Gobierno reclama que sean rubricados -sin tocar siquiera una coma- proyectos sobre la Emergencia Económica, la modificación de Bienes Personales, el impuesto al Cheque y a los cigarrillos. Incluso podría colarse en el recinto un proyecto clave por parte de la CGT: la triple indemnización. Es por ello que la oposición pide debate y propone trabajar hasta después de Navidad.
"¿Qué significa el Congreso para el matrimonio Kirchner?", se pregunta en diálogo con Perfil.com el diputado Giubergia, impulsor de la extensión de sesiones. "A la luz de lo que ha pasado en este periodo, el Congreso sigue siendo una escribanía", remata. El jujeño marca que de 38 proyectos de ley aprobados en 2008, 36 corresponden a proyectos del ejecutivo y del oficialismo y afirma que hay un sistemático bloqueo a los proyecto de la oposición: "Nos dicen que existe la libertad o posibilidad de aportar y de llevar ideas. Ahora, cuando se llevan ideas y se proponen soluciones, no son analizadas ni en las comisiones".
De concretarse el escenario planteado por el kirchnerismo, los diputados tendrían que votar a mano alzada y casi a libro cerrado cuestiones claves. Es por ello que la oposición ha puesto el grito en el cielo, con el radicalismo como punta de lanza. "El Poder Ejecutivo Nacional cree que el Congreso sirve únicamente para levantar la mano y aplaudir al matrimonio Kirchner", critica Giubergia, vicepresidente 1º de la Comisión de Presupuesto, y agrega que en ese contexto "nosotros [los diputados opositores] estamos de adorno".
"Nosotros no planteamos nada sin fundamentos, planteamos una cosa lógica para que pueda funcionar el parlamento, no creo que nadie se oponga", afirma. "Yo no digo que no se traten los proyectos del Ejecutivos, pero hay proyecto importantes de oposición que tienen que ver con la situación que estamos atravesando", dice, en referencia al contexto de crisis financiera que el Gobierno ha preferido no tratar en el recinto de la Cámara Baja.
Maratón de votaciones. Los casi 500 proyectos que tiene órden del día, es decir deberían ser tratados en tablas, conformarían -de llegar a debatirse- una verdadera maratón de fin de año. De negarse a la propuesta de la UCR, el bloque del Frente para la Victoria buscaría tratar esos 500 proyectos a las apuradas o ni siquiera debatirlos, en caso de que se trate la renovación de impuestos y la Emergencia económica, que dejarían sin minutos de debate la batería de textos cajoneados.