El laboratorio electoral del PRO volvió a funcionar. Con el comienzo del nuevo año electoral las especulaciones y las posibles combinaciones de candidatos opositores sobrevuelan los despachos, oficinas y cafés al aire libre. El PRO tiene armado un Power Point de 76 páginas, que se fue actualizando, donde se muestra cantidad de afiliados de cada provincia, para ir completando. Tiene un semáforo: en rojo aparecían Neuquén, Salta, Santa Cruz (intervenida) y Tierra del Fuego. También la caída en afiliaciones. En este marco, la convicción generalizada en el partido es que a los históricos se deben sumar nuevas caras y darle aire a la dirigencia territorial.
Ciudad. En principio, Mauricio Macri viene negando ante sus interlocutores cualquier posibilidad de ser candidato en 2021. “Después van a decir que quiero fueros”, repite. Eso sí: quiere ser un factor de poder, tener injerencia en las listas y hasta ya aparece un nombre con fuerza. Se trata de Darío Nieto, su ex secretario privado, involucrado en la causas de espionaje.
La Ciudad ya tiene una anotada: Patricia Bullrich, quien almorzó a solas con Horacio Rodríguez Larreta hace un mes. La boleta de diputados podría completarse con el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, quien ostenta números muy promisorios para el larretismo. Una opción que barajó el jefe comunal es jugar a Diego Santilli pero, por ahora, está descartada: hasta 2023 el “colorado” será vicejefe. Eso sí: seguirá con un ojo en la Provincia y otro en el armado nacional larretista. Básicamente para cubrir las falencias que viene mostrando el secretario del PRO, Eduardo Macchiavelli, en los vínculos con dirigentes provinciales. Larreta fue alertado en varias ocasiones. Santilli y el diputado Álvaro González, semana por medio, recogen heridos internos de todas las provincias. Con todo, la boleta porteña no será sencilla: Larreta incorporó muchos frentes y actores. Desde Graciela Ocaña, que debe renovar y decidió militar en la Ciudad, pasando por cuatro “lilitos”, tres radicales y hasta legisladores porteños del socialismo y de aliados.
Mauricio Macri viene negando ante sus interlocutores cualquier posibilidad de ser candidato en 2021
La Provincia. Por otro lado, en el territorio bonaerense comenzaron a despejarse algunos interrogantes. En primer lugar, comienza a instalarse la idea de que aquellos que quieran ser candidatos a intendente en 2023 deben encabezar la boleta de concejales este 2021.
En segundo lugar, la gran pregunta, que recién tendrá respuesta en abril, es si María Eugenia Vidal decide ser candidata. Hoy es la mejor alternativa, pero ella no tomó una decisión. Prefiere esperar y ver el escenario. No es su anhelo ir al Congreso: la aburre el trabajo parlamentario. Y tampoco está dispuesta a ser candidata para perder nuevamente.
Emilio Monzó está decidido a ser candidato y pasó todo el 2020 en contacto con Vidal y hasta armó un buen vínculo con Cristian Ritondo, uno de los más cercanos a la ex gobernadora.
En tercer lugar, los intendentes más poderosos ya avizoran hacer valer su injerencia: Néstor Grindetti (Lanús), en la tercera sección electoral (el diputado provincial Adrián Urreli es su alma allí y quien ya encabezó la boleta local en 2017), Jorge Macri, de Vicente López (¿insistirá para que César “el Tuta” Torres vuelva a ser legislador?) y Diego Valenzuela de Tres de Febrero (quien no dudará en pedir por su mujer, la senadora provincial Daniela Reich). A ellos se sumará Guillermo Montenegro, de Mar del Plata, quien en la quinta sección electoral podría pedir por Alejandro “el ruso” Rabinovichpara senador provincial.
En La Plata ya hay confusión: Julio Garro arenga a todos a que jueguen. Pero el solo nombre de Fabián Perechodnik para la boleta despertó un sinfín de críticas. La primera fue Carolina Píparo. Pero no la única: Daniel Lipovetzky y Juan Pablo Allan descreen de la idea de sumarlo.
Otros nombres fuertes: Florencia Arietto, quien viene de trabajar con Bullrich en Seguridad, es una opción para Lomas de Zamora. Otra, en la que viene trabajando el jefe de gabinete de Lanús, Diego Kravetz, es armar una diagonal con peronistas y que de allí emanen candidatos en Lomas. Por caso, Guillermo Viñuales, quien trabajó como jefe de Gabinete de Martín Insaurralde y decidió irse hace unos meses.
Otro nombre reconocido que comenzó a sonar fue el de la abogada Silvina Martínez, denunciante de CFK, quien podría ir por el Partido de la Costa con la agrupación Banquemos.
En Tigre ya amanece Nicolás Massot por un lugar mientras que en Malvinas Argentinas el médico Carlos Kambourian tiene todo armado para desembarcar. Allí viene trabajando el ex secretario de Trabajo, Lucas Fernández Aparicio, apadrinado por Larreta.
Otro nombre rutilante que podría llegar para el 2023: la diputada María Luján Rey para Merlo, un distrito esquivo para JxC históricamente. Ella aún no piensa en eso. Pero en el laboratorio electoral comenzó a sonar.
En San Martín el titular de la Corporación sur, el vidalista Santiago López Medrano, continúa siendo la mejor opción mientras que en Escobar Federico Taiano, hijo del fiscal federal, es una de las opciones junto a Leandro Costa.
En cuanto al resto del país, aún hay tímidos armados. El ex secretario de Turismo Gustavo Santos, quien preside la Fundación Pensar de Córdoba, aparece en la nómina. En Santa Fe se espera para observar si la UCR logra sumar al socialismo, o a un sector de él. En Entre Ríos ya hay una carta fuerte: Rogelio Frigerio diagrama su candidatura a diputado nacional.
