Cuando Amado Boudou, responsable del area previsional del Gobierno, cerró su discurso de hoy junto a la presidenta de la Nación sentí una fuerte sensación parecida a un "déja vu".
El joven titular del Anses aseguró que "se creará una comisión de seguimiento de los fondos que serán traspasados desde las AFJP al Estado para asegurar el destino de los mismos". "¿Esto no lo escuchamos ya alguna vez?", me pregunté. Repasando algunos archivos, llegué hasta 1993, cuando Cristina Kirchner era diputada provincial de Santa Cruz y había lanzado una frase similar.
La por entonces esposa del gobernador provincial dijo, cuando Néstor Kirchner recibió los famosos fondos extraordinarios por regalías mal liquidadas: "se creará una comisión de seguimiento de estos fondos, para asegurar el destino de los mismos".El problema es que durante una década esa comisión jamás se reunió, jamás siguió nada y jamás emitió dictamen o declaración alguna. Es más, en el 2003, la Cámara de Diputados santacruceña (conocida como "la cueva de las manos", ya que sus ocupantes sólo se encargan de elevar obedientemente sus brazos cada vez que se los requiere) cerró dicho grupo de supuesto contralor cuyo cuaderno de actas se entregó completamente en blanco.
Los cientos de millones de dólares tuvieron un viaje de una década sin que ningún patagónico tuviera idea de su derrotero, lo que llevó al ex fiscal local Andrés Vivanco a presentar hace pocos días un juicio contra Néstor Kirchner por no haber dado la más mínima información sobre el uso y destino de semejante fortuna, que significaba proporcionalmente una casa equipada para cada familia de ese estado sureño.
Recurriendo a un viejo chiste que suele utilizar el pensador mediterráneo Luis Juez, "darle el manejo de dinero a los Kirchner es como darle a Drácula el manejo de un banco de sangre".
Para la semiología psiquiátrica el déjà vu es una sensación de que una vivencia nueva ya ha sido experimentada con anterioridad. En otras palabras, algo ya visto. Sin embargo, esta categoría no se aplica a la Argentina. A nosotros nos cae mejor su opuesto, el llamado "jamais vu", o bien, la impresión de no haber visto nunca algo que en realidad nos es bien conocido. En otras palabras, no tener memoria o tener una memoria demasiado selectiva... "Boudou", "Deja Vu", "Jamais Vu", una verdadera ensalada.
Se entiende más fácil en latín. "Memento Mori" (recuerda que eres mortal), le solían decir los romanos a sus orgullosos generales victoriosos. "Memento Cristi" (recuerda que lo dijo Cristina), deberíamos decirle nosotros a los orgullosos argentinos que ya están gastando a cuenta de sus suculentos futuros haberes jubilatorios.
* Especial para Perfil.com