El Congreso se convertirá en las próximas semanas en uno de los principales escenarios de la campaña electoral, con el tratamiento de proyectos impulsados por el oficialismo para acompañar la estrategia de “buenas noticias” antes de septiembre y la contraofensiva opositora que buscará dejar en evidencia los puntos débiles del manejo de la pandemia.
En ese contexto, la Cámara de Diputados citó para el jueves 9 a una sesión especial que tendrá como tema central el proyecto de “Zonas frías”, que busca beneficiar a más de 3 millones de usuarios de gas con descuentos que van entre el 30% y el 50% de lo que están pagando en la actualidad. El texto, que surgió por iniciativa de diputados del massismo, de Consenso Federal y del interbloque Unidad y Equidad Federal, está firmado también por el jefe del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, quien lo defiende como una alternativa rápida de alivio al bolsillo del electorado.
Federico Bernal, interventor del Enargas, dará mañana los detalles del proyecto que, según aclaran, no contempla el desembolso de más subsidios por parte del Estado sino que se financiará con un recargo de cinco pesos para los usuarios que no residan en las zonas beneficiadas. Precisamente, la cuestión de las tarifas es una de las que más ruido generó al interior del oficialismo en los últimos meses y dejó en evidencia la diferencia de criterios del kirchnerismo duro con el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien impulsaba incrementos tarifarios para compensar el rojo fiscal.
El texto cuenta con el respaldo del Frente de Todos y de espacios aliados y de parte de Juntos por el Cambio, aunque ya se anticipan votos en contra como los de algunos legisladores de la región del noreste que no tienen gas natural y juzgaron como “injustos” los beneficios para los usuarios.
En la sesión del jueves, que será la continuación de una reunión previa que viene de un cuarto intermedio, se tratará también el proyecto de Consenso Fiscal, el acuerdo firmado entre la Nación y las provincias que la Ciudad de Buenos Aires resolvió no firmar sobre finales del año pasado, en plena discusión por la quita de coparticipación.
Otros proyectos, como la reforma al MPF o la ley pandemia, quedaron fuera
La cuenta regresiva hacia las PASO y la radicalización de algunas posturas en ambos bandos llevó a profundizar también las diferencias de criterio sobre la gestión de la crisis sanitaria. Es así como los permanentes cuestionamientos de Juntos por el Cambio en torno a la provisión de vacunas, que el oficialismo llegó a calificar como una “obsesión”, y las sospechas de irregularidades en la negociación con los laboratorios, enfocadas directamente sobre el tándem Gobierno-Pfizer, hicieron llevar la pelea al Congreso. El martes se concretará la visita de representantes de las farmacéuticas que desarrollaron las vacunas que se aplican en el país y de las que están en vías de aprobación, como la del laboratorio estadounidense.
En simultáneo, muchos de los proyectos de fuerte matriz ideológica como la reforma del Ministerio Público Fiscal y probablemente el de facultades delegadas van quedando a un costado, a la espera de que el test electoral marque el camino a seguir.