El diputado del kirchnerismo Héctor Recalde reavivó los deseos del oficialismo por cambiar la Constitución para permitir una nueva reelección de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al señalar que tenía "mil motivos" para "votar a favor" de la eventual reforma. En la misma línea, se pronunció el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, y el jefe del bloque K en Diputados, Agustín Rossi, aunque aportó una mayor cautela que la de sus compañeros.
El legislador Recalde sostuvo que será "el pueblo el que decida" al respecto y admitió que resultará "muy importante" la elección legislativa de octubre para "confirmar" o no "la direccionalidad" del "proyecto político" de Fernández de Kirchner.
"Votaría a favor de la reforma de la Constitución (Nacional) por mil motivos", enfatizó Recalde, ex representante legal de la CGT de Hugo Moyano. El diputado oficialista adujo que "lo importante es tratar de profundizar el proyecto político de distribución de la riqueza y de recuperación de derechos laborales" que conduce la presidenta.
Al defender una eventual modificación de la Carta Magna para que la jefa de Estado busque su segunda reelección, argumentó que "algunos dicen que es inconstitucional; obviamente, la Constitución no lo autoriza", pero "lo importante será lo que decida el pueblo en su momento". "Dicen que la Constitución es justa y yo pregunto: 'Si el pueblo decide reformar la Constitución Nacional y posibilita la re-reelección, ¿es injusta?'", expresó.
A la par, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, consideró que "es una decisión que debe tomar la presidenta". Dijo al matutino Página/12 que, en caso de que no prospere el proyecto para una segunda reelección de Cristina Fernández, "la Presidenta tiene una gran capacidad para generar la estrategia para definir un eventual sucesor".
Dijo que "la reforma constitucional requiere de un conjunto de voluntades importantes para concretarse. En primer lugar, la voluntad de quien ejerce el liderazgo absoluto en la Argentina, que es la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En segundo lugar, que ese liderazgo cuente con el respaldo popular. En tercer lugar, la aprobación del Congreso de la reforma y, en cuarto lugar, la modificación de los mecanismos constitucionales".
Según el gobernador, "la construcción que encarna la Presidenta es una concepción de carácter plural. La Argentina no puede ser gobernada por el centroderecha, sino por un centroizquierda progresista con capacidad para intervenir en el Estado de forma inteligente y eficaz, y que promueva mecanismos de integración con los sectores privados para crear empleo genuino y con valor agregado".
No obstante, el titular de la bancada kirchnerista en la Cámara baja, Agustín Rossi, señaló a Radio 10: "Como presidente del bloque de diputados del oficialismo, no estamos trabajando ni tenemos ninguna iniciativa que tenga que ver con la reforma de la Constitución".
Según Rossi, la Presidenta "no se juega" su futuro en las elecciones legislativas. "Lo que se juega en octubre es darle a la Presidenta las herramientas necesarias, la estabilidad necesaria desde el punto de vista institucional, para gestionar los dos años siguientes".
Hace semanas, la diputada oficialista Diana Conti, quien el 28 de febrero de 2011 manifestó que soñaba con una "Cristina eterna", insistió con su idea de un nuevo mandato para la jefa de Estado al sostener que le "gustaría que el pueblo pidiera la reelección" de la primera mandataria. El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, también dijo días atrás que la presidenta "es la única garantía de la continuidad del proyecto" del oficialismo.
Las voces opositoras. El presidente del Frente Amplio Progresista (FAP), Hermes Binner, advirtió el martes pasado que el kirchnerismo "sólo pretende la reforma constitucional para asegurarse la re-reelección" de la presidenta Cristina Fernández. "Nosotros queremos que se respete la Carta Magna, que se cumpla con la división de poderes, el federalismo y los derechos sociales", aseguró Binner. "Progresismo no es interferir sobre los otros poderes, ni tampoco incumplir con los derechos elementales a la salud, la educación, a la vivienda o a una jubilación digna como establece la Constitución", agregó.
En este sentido también se habían expresado tanto Ernesto Sanz como Elisa Carrió. El senador radical por Mendoza aseguró a fines de diciembre que no está "archivado" el proyecto del oficialismo de reformar la Constitución para habilitar un tercer período de Cristina Fernández y juzgó como "mediocre" el año legislativo porque "sólo salieron las leyes que propuso el Poder Ejecutivo". En 2012, Carrió había hecho circular una breve declaración en la Cámara baja en la que aseguraba que "no es necesario firmar una declaración en contra de "rere" porque es redundante". "Creemos que ya es conocida nuestra posición contra cualquier intento de reforma constitucional", destacó.