POLITICA
Todava no nombr a su sucesor

El Papa aceptó la renuncia de monseñor Baseotto

Benedicto XVI decidió que el vicario general, monseñor Pedro Candia, quede al frente del gobierno pastoral de la diócesis castrense. La dimisión del polémico obispo fue consentida "por razones de edad".

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El papa Benedicto XVI aceptó hoy la renuncia como obispo castrense de monseñor Antonio Baseotto, pero sin anunciar el nombre de su sucesor en el cargo, informó oficialmente la agencia católica AICA.

El Pontífice dispuso que el vicario general, monseñor Pedro Candia, quede al frente del gobierno pastoral de la diócesis castrense hasta la designación del nuevo obispo.

“La Nunciatura Apostólica en la Argentina comunica que el Santo Padre Benedicto XVI ha aceptado la renuncia presentada por monseñor Antonio Juan Baseotto, ordinario castrense para la Argentina, por razones de edad”, subraya la comunicación oficial.

Baseotto formalizó su dimisión el 4 de abril pasado al cumplir los 75 años, tal como establece el Código Derecho Canónico.

El cambio es esperado en la Casa Rosada, que en marzo de 2005 desconoció la autoridad de Baseotto como obispo castrense y pidió su remoción a la Santa Sede, aunque las demoras se evaluaron como un "fracaso".

La idea original del gobierno era que el Vaticano desplazara hace dos años al obispo castrense y nombrara otro en su lugar.

La postergación, que generó tensiones con el Episcopado, se produjo porque la Santa Sede consideró que Kirchner actuó en forma unilateral al exigir un nuevo obispo, cuestión de exclusiva competencia del Papa, y hasta -según advirtió entonces el vocero de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls- pudo poner en juego la libertad religiosa en el país.

Todavía no hay un candidato firme a la sede eclesiástica castrense pero la terna elevada a Roma por el nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini, tendría a priori -trascendió- la venia del gobierno.

Desde febrero de 2005, cuando Baseotto apeló a una alegoría evangélica -que habla de tirar al mar a quienes escandalicen a los niños- para criticar la política sanitaria oficial, el gobierno y el Vaticano analizaron al menos tres opciones para que el obispo se vaya anticipadamente a cuarteles de invierno.

En todos los casos, chocaron con la letra fina del Código de Derecho Canónico y el Concordato que estable las relaciones bilaterales desde 1957.

La Casa Rosada rechazó en septiembre de 2006 un ofrecimiento de la Santa Sede para nombrar un coadjutor con derecho a suceder a Baseotto recién cuando renuncie. Primó entonces la negativa de Cristina Fernández de Kirchner, que opinó que el caso exigía tener un obispo con plenas facultades y no que sólo acompañe al prelado cuestionado.

Fuente: DyN