Los micrófonos se movieron nuevamente hacia el Pentágono para entender qué estaba pasando en Libia. El ataque aliado tiene a Estados Unidos como el protagonista principal estratégico, quien con sus aviones AWACS y su poderío satelital, está identificando posibles blancos para ir degradando la capacidad operativa de las fuerzas de Kadafi. Ese es el objetivo inicial en esta fase ha afirmado el Pentágono. La operación se denomina “Odisea del Amanecer”.
Ya lo explicó hoy el Vicealmirante Gortney en una rueda de prensa en el centro de comando. “Estamos trabajando en dos fases. Una es prevenir los ataques del ejército libio en Benghazi. La otra tarea que tenemos es evitar que las fuerzas de Kadafi tengan sistemas antiaéreos que impidan las tareas de patrulla que pensamos implementar con las fuerzas aéreas aliadas”. El objetivo es evitar que Kadafi pueda utilizar sus misiles antiaéreos, mientras aviones de la coalición se aseguran que no haya vuelos de los militares libios, que como se sabe, han sido la gran variable de fuerza del dictador libio para combatir a los rebeldes que se le oponen.
Inicialmente informó el Pentágono se han disparado 112 misiles Tomahawk, los cuales afectaron a 20 sistemas de defensa SA5 rusos y también destruyeron sistemas de comunicaciones y alerta que sirven para ordenar y coordinar el tráfico aéreo de Libia. Sin capacidad de radares, Libia quedaría ciega para poder combatir a las fuerzas de coalición y a los rebeldes.
El presidente norteamericano Barack Obama ha dicho desde Brasil que no van a participar fuerzas terrestres norteamericanas, aunque reconoció que se abre aquí un tercer frente de operaciones. “Será una operación controlada”, afirmó.
En Estados Unidos surgen críticas a la participación en un nuevo frente de combate, pero la Casa Blanca ha hecho énfasis en que esta acción está siendo realizada en conjunto con una fuerza multinacional, siguiendo la resolución 1973 del Consejo de Seguridad, y en la que participan varios países como ser Canadá, Inglaterra, Francia, España, Dinamarca e Italia principalmente.
Gran parte de las operaciones se están desarrollando desde bases norteamericanas en el Mediterráneo y desde Sicilia, utitlizando la base italiana de Sigonella.
(*) Especial para Perfil.com.
